Si ahora se me apareciera el genio (aparte de darme un infarto) y tuvieran que ser cosas para mí, no lo pensaría mucho y me lanzaría a por estas tres, que además, dadas las circunstancias son casi imposibles de alcanzar. ¿Qué tal un viaje por todo el mundo? Y no me refiero en la alfombra mágica que seguro que da un vértigo terrible, sino de una forma cómoda y segura. Ver las pirámides, tomar un café al lado del Sena, disfrutar del sol de Río o acariciar un canguro...¿qué más se puede pedir?A día de hoy es imposible comprarse una casa o casi imposible y la mayoría que nos venden no cumplen nuestras expectativas, así que un buen lugar para vivir y que sea puramente nuestro también es una buena opción. Puede que suene un poco tonto pero uno de mis sueños es tener un ático con piscina (sí, puedo seguir soñando) que tenga la intimidad necesaria pero que no esté necesariamente lejos. El tercero es más complicado de elegir, pero supongo que tiraría por el lado intelectual. Siempre me muero de envidia con la increíble biblioteca que hay en el palacio de la Bestia...eso si que sería un tesoro y lo demás son tonterías. Aunque como lo material no suele llenar lo que pretendemos, creo que, si sirviera, utilizaría el deseo que lo engloba todo: la felicidad. Solo es inmensamente rico aquel que sabe limitar sus deseos. (Voltaire) xoxoNerea.
