

Este final de enero pudimos contraponer en la misma semana y escenario madurez frente a juventud, el poso con el ímpetu, no necesariamente excluyentes, o si se me permite el símil enológico, un cosechero con un gran reserva, dado que el vino dicen que mejora con el tiempo, aunque para mi consumo habitual tiendo al crianza. Intérpretes y composiciones de viernes rezumaron juventud y descaro, faltando probablemente el periodo de madurez que sigue siendo el inexorable discurrir.





