En 1967, se encontró en una cantera del Departamento de Artigas una piedra de ágata de 130 millones de años y casi ocho kilos, con la extraña forma de corazón humano y engimáticas inscripciones en cristales de cuarzo en su interior. Hoy la piedra ha recorrido más de 25 países y muchas personas aseguran que emite una energía especial.
Revista América Latina
En 1967, se encontró en una cantera del Departamento de Artigas una piedra de ágata de 130 millones de años y casi ocho kilos, con la extraña forma de corazón humano y engimáticas inscripciones en cristales de cuarzo en su interior. Hoy la piedra ha recorrido más de 25 países y muchas personas aseguran que emite una energía especial.
