Revista Música

Piedra de Rosetta

Por L

Jimi Hendrix – Are you experienced?



Piedra de Rosetta
Nacido de entre las malezas del mundo, entrañas de la tierra incluida, teníamos a un tipo de esos que dejan bien entintado su paso por el azul planeta. Poseyendo las herencias de tribus seculares, en busca de rumbo. Este hombre de estampa aguerrida, asi como piel recubierta del barro mas duro y a la vez mas digno que puede haber sobre la superficie, caminaba florecido por su vestimenta, asi como seguro de que los tótem dentro suyo algún día colisionarían en una pirotecnia, digna de planos incendiarios. Paseándose desde los barrios bajos, por toda esa cultura que solo los de raza negra saben entender, reírse de la miseria, ser naturalmente cadenciosos, aprender ese sonido que cantan escondidos los ríos a las montañas y viceversa, fue que este joven Jimi, desde antes de nacer entendía el lenguaje del blues, de alguna manera eso le servia para apaciguar la tormenta flamable dentro suyo, mas no era suficiente, necesitaba aprender mas de esta bifurcación interna y de alguna manera direccionar mejor tamañas cadencias nucleares.
Asi entre el vaivén, que brinda el llevar una vida errática, fue que este joven de cabellos enmalezados, por ascendencia, es que Hendrix conoció a su compañera, a la que muchos gustan de admirar, con vaso en mano, sentado ante una imponente nube de privacidad o ya sea en la corriente multitudinaria, que se fascina viéndola arremeter con delicada fiereza contra el fantasma mudo del silencio. Una guitarra! Eso es lo que necesitaba, como cuando sabes que debiste tener algo hace mucho y desconocías que era, un romance táctil demasiado predicho, como para que no pasara antes, aun con una cuerda, aun sin las manos, aun con la máxima complicidad cósmica, lograba atribuirle tal euforia, cadencia y electrificación…como (escuchen bien) nunca nadie había hecho, hasta esa fecha. Tal vez otros hayan tenido mejor sentido de la melodía y una cohesión apabullante, o tuviesen músicos de respaldo que estuviesen en el mismo nivel, habrán habido mayores revoluciones en relación a cambios en algo que se veía monótono, mas la mezcla entre el tecnicismo natural y esa pasión que desbordaba en todos los instantes, es un aderezo demasiado irremplazable para pasarlo por alto. Si de seguro se abra mencionado y declarado hasta el cansancio sobre la habilidad genética de Jimi para crear ( ese verbo que mueve mundos) sonoridades impensadas y fundar de paso, lo que seria la piedra angular en la cual se erigiría el rock y la multitud de virtuosos que le siguió, y bueno no se puede declarar lo contrario…Jimi Hendrix tiene el titulo que merece, y esa corona espigada que descansa en su melena desafiante, mas es inevitable el desconocer también que para ser el mas grande, no es un requerimiento el haber sido perfecto (casi en su caso) y ya que sus composiciones desbordan habilidad y recovecos que alucinan a cualquier escucha concienzudo, también es cierto que denotan un poco de aridez en cuanto a ganchos y la voz de Hendrix, lamentablemente no es tan deslumbrante como la palabra sísmica de su guitarra.
Luego de cruzar finalmente el gran charco se pudo hacer de dos acompañantes, que si bien no destacan en exceso, una afirmación algo injusta asumiendo que al lado tienes poco menos que a un dios en su especialidad, otra afirmación exagerada, sabían como complementar el narcótico de alucinógenos sonoros, implantados en el pecho barroso de Hendrix. Asumiendo cualquier ápice de estancamiento este disco lo obvia y revuelve en mil ritos chamanicos los desperdiga en ungüentos psicodélicos para después electrificarnos e inyectarlo directo a la vena, no hay rodeos ni variantes, esto es todo un viaje y por ende uno bien místico e incendiario, literalmente incendiario para efectos de este hombre.
Desde el inicio engancha con la tensión monstruosa de Foxy lady, que es asomarse a la ventana de tu casa mirar hacia fuera y ver una tormenta que esta a punto de estallar, mas no lo hace, si no que se va retroalimentando de esos vaivenes incitadores, funcionando como el motor de arranque para el disco, que en si mismo entremezcla sabores candentes con la mas pura vorágine hendrixiana, mas nunca se desbarata inapropiadamente sino que se va ajustando a la atmósfera. Esto debiese estallar luego de tanta presión y eso cae con la explosiva Manic depression, un sinnúmero de arreglos, que hacen parecer por fin que detrás de todo esto hay una banda y no solo un guitarrista de pie frente al mundo, mas el desbarajuste persiste con la bluesera Red house blues, con una interpretación, que parece invocar las fuerzas de la naturaleza, es como oír el llanto desolado de un río telúrico, simplemente una pieza muy bien dibujada dentro de todo este cuadro calibrado. Le sigue la rockera aunque suplicante Can you see me? Su letra va girando en torno a la suplica abismante de un hombre por su mujer, nada demasiado reseñable, si es que no tuviese tamaño soundtrack de apoyo.
¿Me quemare si toco el sol, tan grande tan redondo?

Love or confussion, ¿no se les hace la idea, que las letras irían mejor cantadas por la mismísima guitarra? aun sin compartir el mismo lenguaje, las sonoridades vocales de la guitarra transmiten la misma fuerza, incluso con mayor dimensión, de lo que la lírica pretende. Es decir no hay como dejarse llevar por el rebaño de sonidos, en vez que el pastor te diga por donde ir. Le sigue la percusiva I don’t like today, en este pasaje me gusta como la batería se hace sentir mas presente, dando un poco mas de tonalidad a la “suma” y no dejando que todo recaiga en manos de la compañera de Hendrix, que en palabras de él, solo es la traductora de lo que impera en el aire, si en el impera la paz, esta traducirá armonías pacificas, por ende la forma solo va variando por condicionantes externos, al menos una pista para entender de donde venían las ondulaciones sísmicas de su composición, por ser, cuando aparece la calmada y algo parsimoniosa May this be loved, lo primero que se irradia es un estancamiento menos poderoso, para generar conmociones mas aquietadas, lo malo es que se nota la ausencia de mayor vértigo, porque la lentitud no es mala siempre, pero cuando hay alicientes que nos hagan dulce la estadía, mas en este caso, se vuelca todo un poquito mas aburrido. De todas maneras a este transitar pausado se le pone fin de un solo corte, y tajantemente Fire, enciende con su esencia ígnea el octavo recoveco del album, poniendo varios términos intrínsecos del moreno guitarrista sobre la mesa. Primero esa técnica casi obsesiva, pero llevada con mas gracia que matemática, es decir el virtuosismo de Jimi trasciende al mero hecho de tocar bien, y transmitir tanto como un robot en automático, sino que se transluce su humanidad a la hora de manipular las seis cuerdas, y con ello las vuelve un material medular del debut. El final del album queda en manos de la cetácea, Third stone from the sun, la jubilosa Remember y la distorsionada Are you experienced?.
Lo particular de este album son sus bonus, eso temas extras que por alguna razón están plagados de canciones que figuran por si mismas, de esos tracks mastodónticos que sin duda, mas que el alargamiento del disco son un prologo tan potente que están muchísimo mas cerca del núcleo del debut que en su periferia, Hey joe y Stone Free, valen por si mismas casi la totalidad de la obra…o esa frase memorable de Purple haze que recita “excúsame mientras beso el cielo”. La balada (esta vez sólida) The wind cries mary, pareciese mover hojas con su sutil fuerza, y por último el rápido pronunciamiento en Highway Chile, tal vez el único no clásico de este trecho “extra” sea 51st Aniversary ,mas eso es un pelo de la cola, considerando TODO el nivel mostrado.
Te puede no gustar Hendrix por alguna misteriosa razón, podrás estar arto de su mención casi obligada como estandarte del rock. Su cantar reseco y la carencia de una melodiosidad mas pronunciada, se podrán echar de menos, mas todo eso junto ni siquiera da para dar una buena razón y no considerar este disco como un imperdible, porque fundó un legado desde su lanzamiento hasta hoy, y porque empezó a darle mas acidez al verano del amor, es un deber moral apropiarse de este trabajo.
Luego de este disco, veríamos como empiezan a nacer virtuosos similares, que beben de esta semilla para darles mil formas diferentes, mas siempre conservando el mismo fondo, porque el padre de la escuela jamás fue superado…
PD: Soyde disculpa la demora…

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