Revista Educación
Cada vez que viajamos...querríamos llevarnos algo de ese lugar, por eso yo creo que siempre nos traemos algún que otro souvenir... y es que.. ¡cuesta tanto dejar las cosas buenas...!Yo siempre cuando viajo me gusta traerme también algo, siempre escondo alguna piedra del lugar en algunos de mis bolsillos. Supongo que para tener un pedacito de esa tierra, o un recuerdo de esa experiencia ,o por qué no...! para soñar!!!. Cuando tengo las piedras en mis manos, me traslado velozmente a los lugares y me siento como si estuviera allí. Empiezan a venirme recuerdos buenos, no tan buenos, pero todos los sentimientos emergen de una manera muy viva y me hace viajar de nuevo hacia ese pedacito del mundo.A este amor por las piedras se ha unido la iniciativa de un niño de 5 años. Este niño llamado Iker, siempre me aborda por los pasillos y me dice:- - Seño, ¿ sabes lo que podíamos hacer esta semana en el aula?- - No Iker, cuéntame...- - Pues seño podríamos hacer esto o lo otro...Siempre anda con un montón de ideas en su cabeza creadora.La semana pasada de nuevo el abordaje....- - Seño ...¿ sabes lo que podíamos hacer esta semana en el aula?- - No Iker, cuéntame...- - Seño... pues... podríamos hacer unas piedras pintadas y luego con lana envolverlas y luego nos la llevamos...- - Que buena idea Iker!!!Entonces me vino todos los recuerdos que me traen las piedras.Por eso hemos querido hacer lo mismo en nuestra Aula. Hemos cogido unas piedras y las hemos pintado para que siempre nos acordemos de nuestra Aula viajera, eso si.... todo explicado por nuestro “menudo savio”, Iker.
Gracias Iker por tus magníficas ideas!!!!1.- Primero pintamos las piedras
2.-Luego envolvimos ( con cierta dificultad) la piedra con la lana
3.- Por último pusimos purpurina en la lana ,¿cómo no?, no se qué magia tiene la purpu que encandila a los peques.
Y el resultado de esta magnífica idea de Iker es ésta...