Piel atópica: consejos que debes seguir

Las personas que sufren dermatitis atópica tienen la piel muy sensible y reacciona de forma similar a una alergia.

La piel se enrojece y se inflama. Es bastante frecuente en bebés de 2 a 6 meses de edad. Y los productos para su tratamiento no suelen ser económicos. Hay veces que incluso va asociado a un tipo de alergia asmático o con rinitis. Pero no se trata de una reacción alérgica, no es una alergia aunque pueda parecerlo o por mucho que vaya asociado muchas veces con otras reacciones que sí son alérgicas. Pero podemos hacer que estos brotes se reduzcan con una serie de consejos: En nuestra sociedad cada vez hay más casos de pieles atópicas. La verdad es que los tratamientos para este tipo de pieles suele ser costoso pero para que no os desaniméis hay que decir que suele ir remitiendo con los años. No tiene cura, es una enfermedad crónica pero no siempre es igual de fuerte. Algo muy importante es detectar pronto los brotes que se producen y actuar sobre ellos con la ayuda de un médico. Cuanto antes se detecta mejor se puede tratar. También hay que tener en cuenta que las pieles atópicas suelen producir picor y que las personas que la padecen tienden a rascarse. Esto es algo que deberían evitar porque contra más se rasque más se agrava y peor aún si se tienen las uñas largas. Lo mejor para calmar las pieles atópicas es darse un buen baño por la noche en vez de una ducha rápida. Lo ideal es mantenerse en el agua unos diez minutos (no más) y con el agua templada temperaturas que ronden los 31-33ºC. Y sobretodo, utilizar jabones sin jabón ni perfumes y champús adecuados a pieles atópicas que no contengan sulfatos. Cuando se sale de la ducha hay que utilizar toallas de algodón para secar la piel y nunca rascar la piel con ella. Es muy importante mantener siempre la piel bien hidratada así que es recomendable que cuando salga del baño se aplique también una crema hidratante emoliente. En cuanto a la ropa, no uséis nunca ropa sintética, debe ser de algodón y fibras naturales. Tampoco es recomendable utilizar lana en pieles atópicas.