Los efectos del estrés en la piel se detectan rápidamente. Aprende a identificarlos… y a combatirlos.
Uno de los grandes enemigos de nuestra piel es la ansiedad. Si últimamente has tenido exceso de trabajo, has dormido poco o te sientes angustiada, es probable que también lo notes en el rostro. La piel estresada puede tener consecuencias irreversibles, pero mejorar la situación es posible. ¡Atenta!
Piel estresada: cómo se identifica
Los síntomas de la piel estresada pueden ser brotes de acné, un exceso de sequedad, la aparición de rojeces y también una pérdida de luminosidad. La piel estresada suele tener un aspecto cetrino y, en el peor de los casos, pueden crearse en ella urticarias indeseadas. ¡Cuidado con ello!
Consejos para cuidar la piel estresada
Aunque tu vida sea un ferviente ir y venir, y aunque estés ocupada, recuerda: no hace falta tener mucho tiempo para cuidar la piel. Estará contigo toda la vida, así que los minutos que invertirás en su cuidado merecen 100% la pena.
#1. Limpieza y desmaquillado
Recuerda que la base de una piel sana es la limpieza. Acuérdate de desmaquillarte cada noche y aprovecha para relajarte con una ducha caliente o un baño relajante. Después de todo, ¡te lo mereces!
#2. ¿Vives con prisa? Frena.
Si te encuentras viviendo a cien por hora los días de la semana, es hora de pisar el freno. Intenta dedicar un rato al día a cosas que te gusten y te relajen, para darle más equilibrio a tu vida y así poder evitar el estrés. Así conseguirás equilibrar tu vida entre el trabajo y tu vida personal.
#3. ¡Cuidado con la tecnología!
Ten en cuenta que la tecnología también puede causar estragos en la piel. La luz de las pantallas o la postura en la que usamos los diferentes dispositivos, puede afectar también negativamente a nuestro cutis.
#4. Cuida lo que comes
Lo que comes también le afecta a tu piel. Por eso, una dieta adecuada es fundamental.