Piel y tinta – @kike_vasallo

Ahora sé que he escrito para mil musas y sin embargo en este momento todo habla de ti.

No te gustaba mi letra pero amabas mis letras,
por eso te tatué miles de frases con besos en tu cuello.
Te pinté un Guernica hecho de arañazos en tu espalda,
recordando la devastación que causabas a tu paso.
Cerré los ojos mientras leía en Braille tus constelaciones de pecas
como tú leías las cicatrices de mi corazón a través de mi pecho.
Usé tinta china, negra, para dejarte la huella de mi mano en tu culo,
y usé mis dientes para marcar tus hombros y hacerte mía.

Quisiera tatuarme en tu piel haciendo sangre con la tinta de mis dedos, sangre roja, brillante, sobre tu pálido cuerpo, roja como tus labios rojos.
Tus ojos, marrones como la tinta con la que escribo, dos profundos pozos como una gema burda y preciosa, eclipsados parcialmente por las ondas  de tu flequillo rubio que me rasca la nariz cuando te beso.
Tu olor son puntos suspensivos, perfume embriagador e hipnótico. Tus manos, finas, pequeñas, sugerentes, sensuales, calientes, hacen de tus caricias el mejor de los viajes. Me gustan tus manos (en mí).
Tus labios, perfectos, son la jaula de tu risa de donde mi lengua tiene la llave pues al pasarla por ellos hasta la noche brilla con tu sonrisa.

Quisiera volver a tatuarme en tu piel, como la fotografía desenfocada en blanco y negro que nunca nos hicimos en tu cama, como un collage de sensaciones.
Quisiera poder hacerte vibrar y hacerte cosquillas con mis dedos,  jugar con un cubito de hielo recorriendo tu espina dorsal, y besar la piel del interior de tus muslos mientras me agarras el pelo.
Quisiera morderte en el cuello y hacerte temblar, quisiera besar cada centímetro de tu piel, quisiera escribir con permanente mi nombre en cada rincón de tu cuerpo, y quisiera hacerte recordar a cada segundo mi lengua en ti.

Quisiera poder fundirme en tu piel…

Tu recuerdo
merece piel y tinta negra, profunda, sangrante…
Merece dolor al tatuar.
Como cada vez que recuerdo tus ojos
y tus susurros en mi cuello.
Como cada vez que tus labios se me aparecen en mis sueños de borracho.
Merece dolor al recordar
para no poder olvidar.

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