Pieles sensibles

Una piel sensible es aquella que reacciona más que una piel normal, es hiperreactiva. Suele aparecer en mujeres y es más común tenerla en el rostro, pero también puede producirse en hombres y en cualquier parte del cuerpo. A veces, sufre picazones, acaloramientos, rojeces, hormigueos y picores. Estas sensaciones de incomodidad aparecen como reacción a estímulos de diferente naturaleza que normalmente no deberían provocar irritación.
La piel en http://elrincondelapecosa.blogspot.com.es/2015/02/la-piel.html

¿Qué factores provocan hipersensibilidad a las pieles sensibles?

• Físicos. Radiaciones UV, calor, frío, viento...
• Químicos. Cosméticos, medicamentos, jabones...
• Psicológicos. Estrés, emociones...
• Hormonales. Como el ciclo menstrual.
• Genética. Este tipo de piel puede ser hereditaria.
• Enfermedades. Como el tiroides.

Características de las pieles sensibles

• La epidermis de las pieles sensibles e intolerantes presenta una alteración de su función de barrera, que no retiene la humedad, por lo que, este fenómeno favorece una deshidratación de la piel. Se debe a una reducción del número de canales de humedad, conocidos como acuaporinas, que transfieren agua dentro y fuera de las células en las capas epidérmicas más profundas.
• Le falta agua pero también grasa. La aspereza, el cuarteado, el enrojecimiento.., se debe a la pérdida de los lípidos (grasa) de la superficie y de los factores hidratantes naturales.
• Se caracterizan por una superproducción de radicales libres (arrugas) asociada a una secreción anormalmente elevada de citoquinas. Las citoquinas son un conjunto de proteínas que regulan interacciones de las células del sistema inmune. Su función inmunorreguladora es clave en la respuesta de la inflamación.
• Presentan escamas, enrojecimiento, erupciones, hinchazón, descamación y aspereza.
• Pueden acompañarse de sensaciones de picor, ardor, tirantez y pinchazos.
• No tolera los factores físicos, como el viento, el frío...
• No soporta los jabones o cosméticos de cualquier tipo.
• Tampoco tolera bien el sol. Las pieles que no tienen una hidratación óptima no broncean bien, pueden aparecer parches o una reacción. 

Cuidados para la piel sensible.

• Diariamente, por la mañana y por la noche, utilizar un producto de higiene que asegure una limpieza suave preferentemente enriquecido con activos hidratantes.
• Secar la piel cuidadosamente, el roce puede hacer que se irrite.
• Aplicar abundantemente, por la mañana y por la noche, un cuidado enriquecido con activos hidratantes que favorezca la reconstrucción de la barrera cutánea. La hidratación es lo más necesita esta piel.
• Exfoliaciones o peeling suaves, aconsejadamente naturales como por ejemplo de azúcar y aceite de oliva.
• Las mascarillas de alginatos (al cuajar forman una película ) retienen la humedad aportando a la piel el agua que necesita. Así también como mascarillas con productos naturales refrescantes y calmante como la tila, el aloe vera...
• La reducción de los canales de humedad, acuaporinas, puede combatirse utilizando cremas o productos que contengan glucoricerol (es una combinación idéntica al natural de glicerol y glucosa, y estimula la creación de acuaporinas), Cuantas más acuaporinas haya, mejor distribución de humedad habrá en el interior de las capas más profundas de la piel.
• La urea es una de las sustancias que produce la piel de manera natural, para regular la cantidad de humedad. La urea es higroscópica, ligando el agua en la capa superior de la piel, el estrato córneo. Además, la urea es queratolítica, lo que significa que rompe las conexiones entre las células muertas de la piel, con lo que mejora el proceso de descamación de la piel y suaviza su superficie. Al ser un compuesto natural de la piel, la urea es bien tolerada por lo que también es buena su utilización.
• El lactato absorbe y retiene la humedad en el interior del estrato córneo, o capa superior de la piel, por lo que, juega un papel vital a la hora de mantener las propiedades físicas de la piel. Puede uno de los ingrediente e cualquier crema para pieles sensibles.
• La cosmética natural es la más recomendable y eficaz. Los ingredientes más favorecedores para este tipo de piel pueden ser el agua de hamamelis, aceite de oliva, manteca de karité, plántulas de avena, malva...
• Evitar los jabones ordinarios ya que resecan la epidermis.
• La temperatura del domicilio no debe ser demasiado elevada, ya que podría secar el ambiente y, en consecuencia, también la epidermis.
• Es necesario que hidratar la piel desde el interior. Beber 1,5 litros de agua al día.
• Evitar los alérgenos que puedan inducir una reacción inflamatoria aguda: los ácaros, el polen, el pelo y las plumas de animales y alimentos como huevos, leche, crustáceos, trigo, cacahuete, pescado, soja, frutas exóticas, etc.
• Evitar cosméticos que lleven compuestos irritantes como conservantes, perfumes, retinoides, vitamina C, hidroxiácidos... 
  

Con este tipo de piel no solamente se nace, cada día hay más pieles sensibles provocadas por la excesiva contaminación de las ciudades y el cambio climático. Esta hipersensibilidad de la piel es el resultado de una disminución de su umbral de su tolerancia.
Algunos médicos afirman que tener una piel sensible puede afectar al sueño, alterar la dinámica familiar y generar ansiedad. Esto también provoca piel irritada, el pez que se muerde la cola.
Hay que decir que, cuantos más ingredientes lleve un cosmético, más reactivo puede ser para esta piel. Sin duda y por experiencia propia, la cosmética natural es la más efectiva y menos reactiva.

Fotos:
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