11.09.2015 09:54
Vamos a un lugar sorprendentemente accidentado de la zona suroeste de Montenegro, a las mismas orillas del mar Adriático. La bahía que describimos, la de Kotor es la bahía natural más grande en el sur de este mar, del Adriático, que a menudo es confundido con el más meridiano de los fiordos que se pueden encontrar en Europa.
Un impresionante paisaje el cual sin duda recordará a muchos la propia costa noruega aunque, eso sí, con tonos mediterráneos. Compuesto por profundos cortes en las montañas que lo rodean, esta situación geográfica provoca grandes fluctuaciones climáticas a lo largo de todo el año.
Con altos niveles de humedad que en especial, en las estaciones intermedias como la primavera y el otoño, tienen fuertes vientos que soplan desde el mar, contribuye a que haya una amplia vegetación a través de abundantes precipitaciones.
Hablamos de una bahía que está rodeada por altos montes, los montes de Orjen y Lovcen, que en gran medida contribuyen a crear este microclima local. Este lugar consta de varias secciones y bahías, constando la primera sección de las bahías de Toplian, Herceg y la bahía de Tivat y la segunda de Morinj, Risan y la bahía de Kotor.
Entre ellas está el punto más estrecho de todos, de sólo 350 metros, que es el de las bahías de Caderas y Verige. Kotor ya estaba habitado desde hace siglos por pueblos y ancestrales tribus, que poco a poco con los tiempos más modernos llenaron de iglesias y edificios que hoy en día son considerados preciosos pero también de otra época.
Las ciudades más importantes incluyen Kotor, Risan y Herceg Novi y, al final de esta misma bahía, de la bahía de Kotor existe el pueblo con el mismo nombre que es para nosotros significativo, ya que está protegido por la Unesco.
Este emplazamiento se diferencia de otros lugares por sus fortificaciones que la hacen turísticamente única. Piérdete entre sus románticas callejuelas para volver a encontrarte en su pequeña plaza principal, de rasgos irregulares geométricamente hablando.
Visita sus edificios religiosos, la catedral más antigua de la ciudad que es la de San Trifón o la Iglesia de Nuestra Señora de la Salud o de Santa Clara, con altares de mármol únicos en esta última.
Posiblemente nunca habías oído hablar de este lugar, pero posiblemente también que te han entrado ganas de venir a visitarlo. Ya sabes, a nadie le viene mal hacerse una lista de todos los lugares que quiere visitar. Tal vez Kotor y su bahía deban pertenecer felizmente a esa lista.