“No puedo jugar más”. El destino de la pelota lo había llevado a Le Mans, donde las lesiones le ponían stop a su marcha. Paulo André se angustiaba por sus molestias físicas y no veía salida en su túnel anímico. Oscuridad total. Hasta que el rescate anímico llegó desde el arte. El futbolista brasileño salió a las calles de la ciudad francesa, compró lienzos, pinturas y comenzó a ganar su partido mental. De a poco, mejoró su actitud. Fue por más. Y de los trazos pasó a la lectura. Psicología, economía y filosofía fueron algunas de las temáticas que atraparon al defensor de Corinthians. “En los últimos meses leí a García Márquez y Morris West. También las biografías de Nadal, Federer, Agassi y Michael Jordan. Y como un poco filosofía no le hace daño a nadie, leí El Hombre Mediocre, de José Ingenieros, y El Banquete, de Platón. Igual, mi filósofo favorito es Sartre”, comentó Paulo André, en una nota con la revista Veja. Es más, se animó a recitar una de las frases célebres del escritor francés: “No importa lo que te hicieron. Lo que importa es lo que hacés con lo que te hicieron”. Y después de haber publicado su libro O Jogo Da Minha Vida, el futbolista frenó la pelota, cambió de frente y soltó su conclusión: “La inteligencia es un afrodisíaco”.