Son más de 200 años de historia en celeste y blanco. Allí se ven personajes simbólicos y con papeles principales. Como Juan Domingo Perón y Diego Maradona, portadores del gen argentino desde el siglo pasado. Y sin dudas, los nombres que perforaron las fronteras de la patria política y futbolera. Claro, sus acciones quedaron alojadas en el inconsciente colectivo. Lo mismo sucedió con su oratoria intensa. Y en un recorrido por sus frases célebres, hay puntos de unión. Así es, surgen palabras paralelas en momentos eternos para la sociedad. “Tengo los brazos caídos y el alma destrozada. Me cortaron las piernas”, sentenció el Diez, allá por el 30 de junio de 1994, al conocerse su doping positivo en el Mundial de EE.UU. Y el flashback encuentra una definición de matices similares en Perón.
Todo ocurrió el 26 de septiembre de 1973, el día después del asesinato de José Ignacio Rucci. Entonces, el General -elegido horas como nuevo presidente- se acercó al velatorio. Golpeado en su ánimo, consoló a la familia del líder de la CGT y describió su dolor por el crimen. “Me mataron un hijo”, confió a la esposa y los dos hijos del sindicalista, según el libro Operación Traviata. Las palabras sonaron en ese círculo íntimo y se profundizaron en el diálogo con un grupo de periodistas. A corazón abierto, el General soltó una frase impactante. Con puntos en común con la de Maradona. ¿Qué dijo? “Los balazos para Rucci fueron para mí. Me cortaron las piernas”.