Revista Cultura y Ocio

Pierre Lemaitre: "Irene" (Trilogía Verhoeven I)

Publicado el 25 agosto 2016 por Juancarlos53
Pierre Lemaitre: Muchas reseñas -elogiosas todas ellas- había leído de esta primera novela de Pierre Lemaitre antes de leerla. Tantas que, tras cada lectura, me hacía el firme propósito de leer, si no era "Irene" sí, al menos, cualquier otra de la serie del comandante Camille Verhoeven. De esta situación de parálisis e indecisión lectora vino a sacarme Laky con su convocatoria del 'Mes del thriller'. Laky elogió mi apuesta por la serie Verhoeven y me recomendó comenzar por la primera de la serie, "Irene". Le he hecho caso y estoy muy satisfecho.
"Irene" ve la luz en 2006 y obtiene un éxito apabullante e inmediato. En 2011 aparece "Alex" que prosigue la serie iniciada por ésta, al igual que lo hacen en 2012 "Rosy & John" y Camille". Todas las novelas protagonizadas por Verhoeven han sido muy bien recibidas por los lectores. Fuera de la serie, Pierre Lemaitre alcanzó la gloria y el reconocimiento internacional con "Nos vemos allá arriba", novela con la que ganó el Goncourt en 2013 y que fue escrita en conmemoración de la I Guerra Mundial de cuyo inicio se cumplían 100 años en 2014. Este relato, el único que yo había leído antes de "Irene", me había dejado una gratisima impresión como puede comprobarse leyendo la breve reseña que sobre ella publiqué en el blog de la tertulia"más que palabras..." (leerla aquí). Otros relatos del autor son "Vestido de novia" (2009) y "Ejecutivos negros" (2010).
Comentario de la novela Cuando se reseña un thriller como es éste no cabe decir muchas cosas de él a fin de no destripar la historia. Por ello sólo diré que en "Irene" Pierre Lemaitre hace un homenaje a la literatura, en concreto al género de la novela negra. Lemaitre ha sido profesor de literatura francesa y de literatura norteamericana, y eso se le nota mucho -y para bien- en esta primera novela en la que él mismo se corporeiza en la figura del profesor Fabien Ballanger al que Verhoeven recurrirá para que le ilustre sobre novelas negras dada la enorme similitud existente entre algunos de los crímenes a los que se enfrenta  y los imaginados por importantes novelistas como los norteamericanos James Ellroy, Bret Easton Ellis, el francés Gaborieau, el escocés William McIlvanney...
Un ejercicio metaliterarioSegún discurre la narración se va percibiendo el auténtico sentido de la cita marco que figura en el frontispicio del relato: 
"El escritor es una persona que encadena citas quitando las comillas"
Sí, en efecto, en este relato esta afirmación del semiólogo y crítico francés Roland Barthes se hace verdad en no pocas ocasiones. Cada uno de los crímenes que el asesino en serie de la novela realiza es un homenaje a un clásico del género criminal. Para desentrañarlos y dar con el peligroso artífice de los mismos los policías habrán de repasar no pocas narraciones policíacas cotejando los textos con la realidad a la que hacen frente. Introduce Lemaitre así una vuelta de tuerca más en el habitual choque entre realidad y ficción, resultando esta fricción esencial en el desarrollo de la trama. 
Según leía la novela me vino a la memoria en no pocas ocasiones la película, curiosamente dirigida por Paul Verhoeven y protagonizada por Sharon Stone, "Instinto básico", cuya historia se centra en si una escritora de novelas de crímenes podría ser la autora de un asesinato realizado de modo semejante al descrito en uno de sus relatos. Desde siempre se ha pretendido eliminar la frontera realidad-ficcion en la creencia de que la realidad vivida es el nutriente esencial de la ficción y considerando los relatos como meras confesiones, previas en muchas ocasiones a la comisión del crimen. Mayúsculo error, sin duda, aunque muy extendido en nuestra sociedad. Lemaitre en esta novela decide auparse a esta falsa creencia de manera que sean las ficciones presentadas en el interior de estos relatos las que den las claves necesarias para descifrar los enigmas escondidos en cada crimen. Pero el escritor francés no se contenta con este simple ejercicio sino que en un auténtico tour de force muy sorprendente no sólo acerca la ficción al mundo real sino que llega al punto incluso de pretender sustituirlo subsumiéndolo en ella cual si de una especie de realidad aumentada tipo pokemon se tratara. ¡Increíble!Pierre Lemaitre:
Lemaitre lleva en "Irene" el ejercicio de la metaliteratura, empleado ya por el mismísimo Miguel de Cervantes, hasta cotas nunca vistas. Y todo esto lo hace sin que decaiga el ritmo del thriller y sin que el suspense inherente a él pierda un ápice de interés y de tensión narrativa. Una auténtica gozada leer una narración que consigue aunar en sí misma estas cualidades.
Los personajes
Otro acierto esencial de esta novela es la mostración del tremendo choque existente entre el mundo profesional de los policías, enfrentados siempre a la brutalidad del submundo criminal, y la placidez y normalidad de su vida personal. Camille Verhoeven está felizmente casado con Irene de la que espera un hijo que les hará más felices aún; su compañero de profesión, Louis, es un esteta profundo conocedor del mundo artístico; Jean Claude Maleval, un joven policía de 27 años encantador, un conquistador y noctambulo impenitente; Bergeret, el poli de la cientifica; Jean Le Gued, el superior de Camille retirado ya de la calle; Philippe Buisson, el periodista insaciable de noticias; etc. Todos los personajes están perfectamente diseñados desarrollándose entre ellos tramas secundarias muy interesantes que sirven para oxigenar la tensión dramática principal. Estas subtramas convergen según se desarrolla el relato hacia la principal propiciando giros sorprendentes, unos,  y más esperables, otros; si bien estos últimos el escritor sabe muy bien dosificarlos de manera que demora su aparición aumentando así el suspense en el lector.
Equilibrio narrativoUna historia dura llena de escenas rayanas en el género de terror que contiene, debidamente repartidos a lo largo de la novela, remansos en los que el tono jovial y hasta humorístico aflora dando así al lector ocasión para reponerse y continuar hacia adelante. Uno de ellos se da cuando Irene, la mujer del comandante Verhoeven, le dice a éste:
-¿Acaso me has visto leer alguna novela policíaca? Es un género que odio.-¡Pero si leíste....!- ¡"Diez negritos"! Me iba de viaje a Wyoming y mi padre pensó que era la mejor manera de prepararme para la mentalidad americana. La geografía nunca fue su fuerte. (pág. 65).
En la relación Irene-Camille siempre está presente la relajación y simpatía. Así se percibe en frases de tono humorístico como cuando al describirle a Irene el clima de Glasgow Camille le dice: "Aquí lo llaman 'mixed'. Quiere decir que llovió ayer y que lloverá mañana" (pág. 126)También el suspense en que se nos mantiene respecto a la relación que pueda existir entre los policías Louis y Maleval tiene su punto de humor.
Otra muestra de equilibrio narrativo se observa al ver cómo Pierre Lemaitre esparce por el relato su gran conocimiento literario en forma de referencias a textos y títulos especialmente de novelas negras ("Réquiem por Brown", "La colina de los suicidas", "La Dalia negra", "LA Confidential", "American psycho", "La novia vestida de negro", "El crimen de Orcival", "La carta robada", "El perro de los Baskerville", "El caso Lerouge", "El misterio del cuarto amarillo"...) pero también de algunos clásicos universales de la literatura ("El Rey Lear" de Shakespeare, por ejemplo). 
Por otro lado también su labor de guionista cinematográfico aflora en ciertos momentos del relato como cuando nos describe la portada de la edición popular de "American psycho" que toma en sus manos: 
"Camille mira primero la portada. Visto en contrapicado, un hombre con corbata roja, sombrero en la cabeza y manos enguantadas sostiene un cuchillo. Parece que se encuentra en una escalera, pero quizás no." (pág. 99).
FinalUna novela diez o cinco estrellas según sea el baremo que elijamos. Un autor culto que domina todas las variables del género y que mueve las varillas del thriller a su gusto logrando transmitir al lector la inquietud, el suspense y hasta el terror. Un lector que disfruta de este contoneo al que se entrega con placer al saberse movido por la excelente buena mano del escritor francés Pierre Lemaitre.
Pierre Lemaitre:

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