Revista Cultura y Ocio

Pierre Mollier en el Salón del Libro Masónico

Por Ricardofernandez

Pierre Mollier en el Salón del Libro MasónicoLa semana pasada tuvo lugar en París la décima edición del Salón Masónico del Libro. Puede que el evento nos quede un tanto lejos a los masones españoles. Pero sin embargo pienso que algo que se viene repitiendo con sucesivo éxito en el país vecino ha de hacernos pensar a los que vemos, sentimos y padecemos al otro lado de los Pirineos.
En mi modesta opinión, en España la calidad de lo que se escribe está íntimamente ligada a la calidad de las logias que existen. Eso quizá explica muchas cosas. Y a ello hay que añadir un hecho indiscutible: nuestros talleres, con independencia de las obediencias de que se trate, aun han de hacer un largo recorrido hasta lograr la consolidación necesaria que haga posible algo similar a lo que vemos en Francia. El asunto da para hablar -o escribir- mucho, qué duda cabe.
Pero hoy no quiero tratar del porqué allí sí y aquí no. En el Blog de Jiri Pragman me he encontrado con una breve entrevista a Pierre Mollier, compañero al que aprecio mucho y por el que siento admiración. Pierre Mollier es el director del Museo de la Francmasonería y en tal calidad fue entrevistado por el propio Jiri Pragman quien, muy amablemente, me ha permitido utilizar su trabajo para traducir al español la totalidad de la entrevista. Aquí les dejo con el resultado del trabajo no sin antes darle las gracias a Jiri Pragman por su atención, pues de él ha sido la idea, la iniciativa y a él pertenece el archivo sonoro cuyo enlace dejo aquí:
Pierre Mollier en el Salón del Libro Masónico**   *
Jiri Pragman: Pierre Mollier, el Museo de la Francmasonería que está en París es cada vez más conocido -es lo que me parece-, se habla mucho de él, hay un sinnúmero de actividades entre las que figura la exposición sobre Corto Maltés... ¿Se puede hacer un balance a día de hoy tras el tiempo de funcionamiento que ha transcurrido?
Pierre Mollier: Bueno, primero hay que decir que en efecto se trata de un Museo, pero que sobre todo es un punto de encuentro entre la Francmasonería y el gran público. Como Museo se explica qué es la Francmasonería, su contribución a la historia de Francia, etc. Pero también se ha logrado construir... Vamos a decir que es un museo especializado difícil de encontrar para el gran público, con sus instalaciones, ayudas y demás, y en el que al mismo tiempo nuestro servicio de atención junto con los voluntarios tan fieles que hemos sido capaces de reunir en torno al museo, que entre otras cosas imparten conferencias, ha logrado construir o transformar el museo en un hermoso escaparate en el que se expone lo que es la Francmasonería francesa al gran público. Es un fenómeno que no hace sino desarrollarse y que nos exige mucho... Tiene esta dimensión y hay que mantenerla: Cuando uno va en bicicleta, si deja de pedalear llega el día en que se cae. Así que hay que continuar con este programa que es muy importante para nosotros. Me refiero al acompañamiento, estar pendiente del público, de sus necesidades, las de un público diverso como primer punto. El segundo punto sería que para seguir, las exposiciones temporales son un útil muy importante por lo que, tras el éxito de la exposición sobre Corto Maltés, afrontamos tanto una oportunidad como una dificultad. Una oportunidad porque hemos tenido nada menos que diez mil visitantes que han venido expresamente a ver esto. Practicamente hemos doblado el número de visitas, pues en este momento tenemos unas veinte mil al año, lo que no está nada mal para un pequeño museo como este. La dificultad estriba en cómo hacerlo igual de bien en el futuro. Tenemos diversos proyectos  y aquí doy cierta exclusiva, porque es la primera vez que se dice en un medio público; estamos preparando una exposición cuyo título todavía no está decidido pero que tratará sobre la dimensión operativa del pensamiento masónico. No vamos a volver sobre el mito de que somos los herederos de los constructores de catedrales y de los compañeros, pero eso no impide que en el siglo XVII y XVIII se encuentren elementos provenientes del pensamiento aquitectural y del operativo que ejercerán su influencia sobre el pensamiento masónico. Lo vemos por ejemplo en los primeros tapices de logia, con el martillo de tallar, la plancha de trazados y otros útiles. Así que es lo que vamos a explorar conjuntamente y con la ayuda de nuestros amigos del Centro de Estudios de la Sociedad gremial (Compagnonnage). Esto no tiene que llevarnos a confusión: La Francmasonería no se identifica con la Sociedad gremial; son dos cosas completamente diferentes pero ambas tienen fuentes comunes en este pensamiento arquitectural fuertemente influenciado, aparte la actividad concreta del oficio; y eso es lo que vamos a explorar. Es por tanto una exposición más centrada sobre los masones, más pedagógica, pero que también puede orientarse hacia el gran público.
Jiri Pragman: Algo que llama la atención del Museo de la Francmasonería en París es que, si uno observa otros museos masónicos en Europa o más lejos, ve que vosotros tenéis un sitio muy consolidado y con una fuerte presencia en las redes sociales... ¿Es posible que una parte de vuestro éxito esté ligada a la presencia en los medios como la web o las redes sociales?
Pierre Mollier en el Salón del Libro MasónicoPierre Mollier: Pienso que se ha hecho un gran trabajo en ese plano. Pero cuando hablamos de comunicación lo hacemos de algo multidimensional, así que no se puede decir es por esto, por esto otro o por aquello. No lo sé. Pero es verdad que, por ejemplo, nuestro grupo Facebook sobre el Museo, después de los grandes museos como el Louvre, los Inválidos y otros similares de Francia, es el grupo con más seguidores. Y es verdad que hay una especie de comunidad, no en el sentido informático o en el espiritual, pero sí desde el punto de vista intelectual. Es un gran trabajo y muy positivo.
Hay también un punto que me he olvidado de señalar: Nuestro hermoso trabajo es una tarea difícil. Estamos muy contentos con la primera parte del museo, o con las dos primeras partes... Pero estamos un poco frustrados con otra parte que se presenta complicada, que es la referida al final del siglo XIX donde nos encontramos con una Francmasonería francesa de ideas y combate y donde, necesariamente, resulta mucho más difícil representar esas ideas que los hermosos mandiles del siglo XVIII. Uno de nuestros retos va a ser el rehacer esta parte. Lo intentaremos al final del año o al principio del próximo. Verdaderamente es algo muy complicado porque hay que exponer determinados momentos del Gran Oriente, hay que explicar muchas leyes que cambiaron la vida cotidiana de la gente al despuntar el siglo XX, y todo es no es muy visual... Así que ese es nuestro reto a día de hoy.
Jiri Pragman: Pues muchas gracias. Sólo nos queda encontrarnos en este Museo.Et si omnes, ego non.

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