Revista Belleza

Pies, ¡para qué os quiero!

Por Calipso

 
Un año más, con la llegada del buen tiempo, nos sacamos los calcetines, cambiamos las botas por las sandalias…. y… ¡horror! Nos encontramos con que los pies no están presentables ya que durante les meses invernales no los hemos cuidado correctamente…. ¡Si es que no tenemos remedio!
 

 

Pies, ¡para qué os quiero!

Los pies son una zona con escasas glándulas sebáceas, sobretodo en la planta del pie y los talones y eso hace que se resequen con más facilidad, quedando la piel más dura por el roce y la fricción contínua contra los zapatos y el suelo y la presión de aguantar todo nuestro peso. El uso de calzado inadecuado (los dichosos zapatos de tacón, zapatos demasiado estrechos o de suela demasiado fina) y algunos ejercicios y deportes como el ballet o el patinaje suelen agravar el sufrimiento de nuestros pobres pies.

Los problemas más graves, como callos, juanetes o deformaciones en los dedos deben ser tratados por médicos y podólogos. Yo os recomiendo que un par de veces al año acudáis al podólogo, que no sólo revisará que todos estos asuntos estén correctos (juanetes, callos, deformaciones…) sino que se asegurará de que las uñas estén bien cortadas para que no se nos claven y encarnen, nos pulirán bien los talones y nos ayudarán a eliminar las durezas y pequeñas callosidades que se generan en los pies.

Pero además de acudir a los profesionales, hay que cuidar los pies en casa, todos los días! Que se vean menos no es justificación para maltratarlos, más bien debería ser al contrario: deberíamos tratar maravillosamente a estas dos partes del cuerpo que nos llevan a todas partes, que aguantan nuestro peso todo el día, soportan el uso de calzado de todo tipo, aguantan calor, frío, sudor, rozaduras y muchas más desgracias! No es muy difícil ni muy costoso encargarse de mantener los pies en buen estado todo el año, os lo aseguro! Voy a intentar daros algunos consejillos y recomendaros algunos productos que os pueden ayudar!

  • Un paso importante es exfoliar los pies para ayudar a eliminar las células muertas y prevenir en la medida de lo posible las callosidades y durezas. Tener un exfoliante específico para pies en la zona de la ducha es un buen modo de usarlo a diario o por lo menos, una vez por semana! Simplemente aplicar el exfoliante con las manos haciendo un suave masaje por todo el pie húmedo y después enjuagar bien con agua templadita y listo!

 
1. Exfoliante Pies Lisos con lavanda orgánica de Yves Rocher (6€). 2. Exfoliante para pies Peppermint, de The Body Shop (9€). 3. Crema exfoliante efecto piedra pómez de Beter (6,10€). 4. Sal Marina Exfoliante de CND (precio según punto de venta). 5. Barrita exfoliante Stepping Stone de Lush (4,6€).
 

 

Pies, ¡para qué os quiero!

  • En la ducha podemos tener también una piedra pómez o un producto específico para limar y pulir las durezas de los pies. Con el pie mojado y después de haber exfoliado la piel, podemos pasar la piedra pómez o el pulidor por las zonas más castigadas para facilitar la eliminación de la piel muerta que se acumula creando dureza. Una vez tenemos el pie seco podemos también pulir esas zonas más secas para eliminar las durezas.

 
 1. Pulidor de pies plegable, de Tweezerman (15€). 2. Piedra raspadora de estructura celular, de Beter (2,8€). 3. Piedra pómez de The Body Shop (3,5€). 4. Piedra pómez con mango incorporado, de Beter (3,95€). 5. Piedra pómez natural de Karawan (4,9€ en la tienda Olokuti)
 

Pies, ¡para qué os quiero!

  • Y sobretodo, hidratar o más bien dicho, nutrir la piel del pie es esencial! Generalmente se recomienda usar productos específicos para pies porque suelen ser más untuosos que los productos para el resto del cuerpo o para las manos ya que aunque nos dejen el pie un poco húmedo, nos podemos poner los calcetines encima y listo. En verano es más recomendable usar una crema más ligera de día porque si no, al ponernos las sandalias o el calzado sin calcetines nos puede resbalar el pie y será incómodo caminar, mientras que las cremas más untuosas es recomendable usarlas de noche. Tener la crema de pies a la vista encima de la mesilla de noche es un buen truco, si la guardamos dentro del cajón se nos olvidará aplicarla… déjala al lado del teléfono móvil, del despertador o de la lamparita de noche y ya verás como no se te olvida ponértela. En pocos días notarás la diferencia.

 
 1. Fair Trade Foot Lotion de Lush (12,25€). 2. Crema nutritiva para pies con lavanda orgánica, de Yves Rocher (8€). 3. Crema de belleza para pies de Caudalie (14€). 4. Crema de pies con karité de L’Occitane en Provence (desde 6,5€). 5. Callus Therapy de Feet by OPI (consultar precio en punto de venta). 6. Crema Lipikar Podologics de La Roche Posay (11€). 7. Calcetín de algodón natural para incrementar el efecto de la crema, de The Body Shop (10,5€). 8. Calcetín ultra-hidratante de gel de la gama Magic Feet & Hands de Beter.
 

Pies, ¡para qué os quiero!

  • Cuando nos hacemos la pedicura en casa es otro momento en el que podemos y debemos cuidar los pies un poquito más de lo que lo hacemos habitualmente. No importa si no nos hacemos una pedicura de lujo… siempre hay un momento en el que nos debemos cortar las uñas de los pies y es buena idea dedicar 10 minutillos más a cuidar los pies. Podemos pulir los pies con los productos pulidores que hemos mencionado más arriba (limas láser y pulidores) y si tenemos durezas más rebeldes podemos cortarlas con mucho cuidado. Para eso usaremos un cortador de durezas compuesto por una cuchilla muy afilada montada en un aparatejo sencillo de usar y sobretodo, seguro para no hacernos un estropicio.

 
 1. Lima láser con mango ergonómico, de Beter (5,5€). 2. Quitadurezas con depósito, de Beter (5,5€). 3. Cortacallosidades con cabezal y protector, de Beter (9,95€). 4. Pulidor de Callos Spa, de Tweezerman (22€). 5. Lima para durezas Foot Buffer #10 con polvo de diamante, de Diamancel (57€)
 

Pies, ¡para qué os quiero!

  • Seguimos con la pedicura… Es hora de cortar las uñas, acción que debemos hacer con cuidado para no dejar picos que se nos claven en los dedos y nos hagan heriditas, también limaremos las uñas para asegurarnos que están lisas y no nos rompan las medias o vayamos arañando por ahí…
1. Cortauñas con depósito New Chic de Beter (2,95€). 2. Cortauñas Combo de Tweezerman (14€). 3. 3 en 1 Lima para pies Essential de Avon (6€). 4. Lima ergonómica laser de Beter (4,45€). 5. Lima de vidrio de Peggy Sage (7€)
Pies, ¡para qué os quiero!
  • Y una vez hemos pulido y/o cortado las durezas más rebeldes y nos hemos cortado las uñas, es buena idea ablandar las cutículas (sí, las uñas de los pies también tienen cutículas….) y apartarlas con un palito de naranjo o eliminarlas con un cortacutículas especialmente diseñado para ese fin. Si cortamos las cutículas, es muy importante que lo hagamos con cuidado para no cortarnos ya que un corte en esa zona del pie puede sangrar mucho y darnos mucha guerra antes de que cicatrice.  La firma Beter tiene un buen tutorial paso a paso para realizar una óptima pedicura, ¡no os lo perdáis, pinchad aquí!

 
1. Crema tratamiento reparador uñas y cutículas de Sally Hansen (12,5€). 2. Manteca para cutículas Lemony Flutter de Lush (8,75€). 3. Cortacutículas con empujapieles y lima incorporados, de Beter (6,7€). 4. Bastoncitos de madera de naranjo, de Beter (5 unidades, 1,15€). 5. Alicates para cutículas de Marionnaud (9€)

 

Pies, ¡para qué os quiero!

Tanto si nos vamos a esmaltar las uñas de los pies como si las dejamos naturales, deberíamos exfoliarnos los pies una vez por semana, hidratarlos cada día por lo menos una vez al día, hacernos una pedicura casera cada dos semanas (cortar las uñas, apartar las cutículas, pulir las durezas…), hacernos una pedicura profesional una vez al mes (o cada cuanto nuestro presupuesto nos lo permita) y acudir al podólogo cada 6 meses. Esa es mi recomendación para el cuidado de los pies!
 
Y vosotras, ¿Cómo os cuidais los pies?

¡Gracias por leer y comentar!
 


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