¿Cuál es el mejor tratamiento de pie plano de un niño pequeño? Muchos padres y abuelos creen que el niño necesita zapatos especiales cuando empieza a caminar o en los primeros años de la vida. La mayoría recuerdan que ellos llevaban unas botas “reforzadas” con cordones con tacón y la vigilancia del pié era mucho más exhaustiva que ahora. Cantidad de niños llevaron plantillas innecesariamente –entre ellos un servidor, y la visita a la ortopedia no era rara. Las cosas han cambiado.
Los pies planos son aquellos en los que se pierde el arco plantar, de modo que al caminar, apoyan toda la planta en el suelo, a diferencia de lo que se considera "normal", que es apoyarse en tres puntos: la punta (cerca de los dedos), el talón y el borde externo. Los pies planos rígidos, es decir, aquellos que no se corrigen colocando al niño de puntillas o los que producen dolor, deben considerarse anormales.
Casi todos los niños nacen con los pies planos y el arco plantar se va formando progresivamente conforme va creciendo el niño y se va fortaleciendo la musculatura de esa zona. En los niños más pequeños se debe a la existencia de un depósito de grasa a ese nivel y a la laxitud de los ligamentos. Todos los niños pequeños son muy elásticos. Hasta los 6 años puede ser normal que no exista “puente” cuando el pie está apoyado en el suelo y visto desde detrás el talón se suele desviar un poco hacia fuera. Si al niño se le pide que se ponga de puntillas es muy fácil ver como se recupera la forma del puente y el talón se rectifica colocándose en la forma adecuada. A este tipo de pié –el habitual en la mayoría de los niños pequeños- se denomina “pie plano laxo o flexible o valgo”, es más rechoncho y no debe considerarse un problema ni requieren. Además, suele coincidir con el “genu valgo” fisiológico, es decir, la forma en X –juntan las rodillas y separan los pies- de las extremidades inferiores, típica de los niños pequeños.
Sabemos que incluso en niños mayores, los pies planos “verdaderos” usualmente no causan ningún problema. Los pies laxos no suelen representar un impedimento de ningún tipo y no favorecen que el niño sea más torpe o se caiga con más facilidad. Los tratamientos como cuñas, tacones especiales, y plantillas sólo sirven para que el zapato no se desgaste irregularmente. Hoy podemos decir que “están contraindicados” salvo excepciones ya que el niño necesita tiempo para desarrollar su propio “puente”. Según el cirujano ortopédico Dr. John Stanton: “Los pies planos son un ejemplo de las variaciones normales del cuerpo y no interfieren con la actividad física. Algunos de los corredores más rápidos del planeta, también tienen los pies más planos del mundo”.