Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo, y como una se va haciendo mayor, hay lecciones que se aprenden con el tiempo. Una de ellas es que los zapatos, salvo contadas excepciones, o son buenos o van a provocarte dolor de pies. Es un axioma que no tiene discusión. Lección nº 2: tener menos zapatos, pero buenos; y lección nº3: si unos zapatos tienen pinta de doler, al final te van a doler. Por eso estos días ando a la caza y captura de un par de zapatos de tacón de verano, a los que pueda pasarme el día subida sin terminar deseando que me los arranquen; pero que sean bonitos.
Y cuando digo bonitos me refiero a que tradicionalmente las firmas que ofrecían esta gama de zapatos cómodos cuidaban poco el diseño, o más bien, optaban por un diseño un tanto ortopédico, que con un poco de voluntad se podía salvar para estilismos poco formales pero que en el mundo fashionista tenían poco recorrido. Afortunadamente, hoy es posible conjugar comodidad y tendencia, aunque tiene su precio, y tampoco podemos esperar unos manolos, esto también hay que decirlo. Mi principal necesidad es tener zapatos de tacón para eso que llaman look 24 horas, pero sin cocktail con DJ molón: ir a la oficina, luego al súper, correr por el parque detrás del niño y lo que surja (que no suele ser nada emocionante). Así que tampoco es que necesite el culmen de la sofisticación.
Mi experiencia de otras temporadas, muy satisfactoria, es con dos marcas principalmente: Gadea y Clarks. De Gadea tengo dos pares de zapatos, de invierno, que me han dado un resultado genial, tanto en calidad como en comodidad. Hasta han pasado la prueba del roce del talón con la alfombrilla del coche (la muerte de casi todos mis zapatos). No son baratos (a partir de unos 70-80 euros) pero si tengo en cuenta que puede que lleve hasta tres temporadas usándolos y siguen en buen estado, son rentables. Normalmente los encuentro en zapaterías multimarca y en El Corte Inglés, pero de la nueva temporada no estoy viendo mucho. Mi gran descubrimiento de la pasada temporada ha sido Clarks. Confieso que tenía algunas reticencias con esta marca, con la imagen de los típicos zapatos con suela de goma y diseño un poco de abuela. Pero mis Merceditas de charol negro con taconazo han sido una compra 10. Con su inversión, porque creo recordar que rondaban los 90 euros, pero han terminado la temporada casi intactos a pesar del trote que les he dado. Esta temporada tienen algún modelo interesante, pero creo que la colección de invierno estaba más conseguida.
Geox es quizá la firma que más cerca se encuentra de la línea que separa los zapatos tipo 24 horas de esta nueva gama de calzado. A pesar de eso, en las últimas temporadas está haciendo un esfuerzo por cambiar la imagen de su marca, con campaña de publicidad con fuerte presencia incluida. Hasta ahora creo que nunca he tenido zapatos de esta marca, por lo que no puedo opinar sobre la relación calidad-precio y la comodidad. Pero la sigo de cerca.
Un clásico entre estas firmas es Wonders, marca española de la que soy fiel seguidora en el apartado botas y con la que ahora me he lanzado en el mundo de las sandalias, ya os contaré que tal va la cosa. Con las botas siempre me ha ido bien, volvemos al binomio calidad-precio, pero es un respiro que temporada tras temporada las puedas seguir usando como nuevas.
Y termino con otra de las marcas que más estoy viendo en mi peregrinación zapatil de estos últimos días: Unisa. De esta creo recordar que tengo unos zapatos de cuña de ante que también llevan varias temporadas en el armario y como nuevos. Una marca muy a tener en cuenta para zapatos para bodas, bautizos y comuniones, siempre con diseños más básicos pero que al menos garantizan que el dolor de pies tardará en aparecer.
¿Os gusta este tipo de calzado? ¿O preferís seguir la tendencia más al límite, a costa de vuestros piececillos? ¿Eres una privilegiada que tolera cualquier tipo de calzado? ¿Qué otras marcas de zapatos cómodos recomendáis?
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Autor:
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