Sin sufrimiento no hay gloria y si le añades diversión ya tienes lo que fue Pinatarius este sábado porque todos, incluidos los participantes (creo), pasamos un buen rato con esta iniciativa que ya es segunda edición. Una prueba atlética presidida por el ánimo de pasarlo bien. No son fáciles ocho kilómetros con cambio de ritmos, de temperaturas (no pondré la exclamaciones de los corredores al saltar al contenedor con hielo) y luchas contra el barro, que decoró también a espectadores, incluida yo. Pero el buen humor, incluso estaban los que olvidaban el cronómetro para brindar segundas tomas y la fria cerveza del final hace que tambien me plantee asistir el año que viene...con chubasquero.Esta última semana que acaba ha sido variada por este y otros momentos como la Feria de la Tradición pero ahora os dejo con imágenes de sufrimiento y gloria. Algunas más en Facebook o Pinterest.