Muchas veces no sabemos como darle a un espacio ese toque distinguido o atrevido con el que nos sorprenden en las revistas y reportajes. Muchas, no encontramos es impacto o pieza con el que sencillamente romper moldes, y es cuando ademas de disfrutar de arquitecturas cuanto menos singulares, nos damos cuenta que el secreto esta en dar pinceladas de color dorado, en el estampado atrevido de un textil, o en la colocación un tanto diferente y atípica de un mueble.
Hoy para descubrir de primera mano ese efecto diferente, nos perderemos en Studio Light Lab.
Un proyecto de renovación de Sarah Sherman en una nave industrial que lejos de diseccionar, sectorizar o reducir, potencia y consigue amplitud y luz con un resultado único.
El color dorado es al mismo nivel odiado y amado. Símbolo de lujo o de obstentosidad, hoy en día se cuela en la decoración para denotar un aire retro y aportar luz.
Atreverse con combinaciones neutras de maderas, textiles y algún toque discreto de color, para romper sencillamente al instalar toques brillantes y llenos de luz en color dorado que le aportan ademas de un toque cuanto menos rompedor, un aire midcentury ideal.
Este estudio es un claro ejemplo de diferencia.
De distribuciones y de acabados atrevidos, perfecto…. para empezar la semana.