La pequeña localidad de Pinhão está situada en el corazón del valle del Douro Portugués, entre viñedos y bodegas, con miradores espectaculares para contemplar los paisajes de esta comarca vitivinícola por excelencia. Los viñedos que cubren las laderas aterrazadas son el elemento principal del paisaje. Pinhao se sitúa a algo menos de 200 kilómetros de Miranda do Douro, el inicio de nuestra ruta portuguesa.
Pinhão, además de ser un reclamo enoturístico, cuenta con rincones muy pintorescos como la estación de tren con su decoración de azulejos.
En Pinhão recorrimos el río Duero en un barco vinatero tradicional adaptado para el turismo y visitamos la bodega Quinta do Bomfim, dos actividades muy recomendables.
Laderas aterrazadas con viñedos.Encontraréis varias empresas que gestionan las excursiones en barco y un amplio abanico de horarios. Es una delicia navegar por el Duero y perderse por su garganta repleta de viñedos y salpicada de bodegas. Por un momento pensamos en la dificultad que entraña la vendimia en esa tierra y el valor que cobra el trabajo. ¿Os imagináis vendimiar con unas laderas tan pronunciadas?
En la bodega Quinta do Bomfim conjugan vanguardia y tradición.
¿Os acordáis de la pisada de la uva? Los que venimos de tierra de vinos nos resulta familiar. En esta bodega simulan la pisada con técnicas robotizadas, casi, casi, como si fueran nuestros pies. Después de recorrer varias estancias, naves de barricas y de elaboración, disfrutaréis de una cata de vinos de Oporto. La palabra vintage se entiende a la perfección en este valle, una tierra castigada o bendecida por el sol, según cómo se mire.
Bodega Quinta do Bomfin