Independientemente de los gustos personales de cada uno, bien podría decirse que " The Dark Side of The Moon" (1973) es la obra de referencia de Pink Floyd, aquella que es capaz de encandilar a los críticos musicales más severos y al público más variopinto, tanto seguidores del rock progresivo, como rockeros en el más amplio sentido de la palabra, pasando por partidarios de fórmulas próximas al pop-rock y público en general. Estamos hablando de uno de los álbumes más vendidos en la historia del rock; un disco que, según nos cuenta José Ramón Pardo en La Discoteca Ideal de la Música Pop. Los 1.000 mejores discos de pop-rock (Barcelona: Planeta, 1997), llegó a contar con una planta en Alemania donde sólo se fabricaban cedés de este trabajo. " The Dark Side of the Moon" es un álbum conceptual, construido a partir de ideas, desarrollos y experimentos realizados por Pink Floyd en conciertos y grabaciones anteriores, que reflexiona sobre aquellos aspectos cotidianos de la vida que nos preocupan, nos atenazan, incluso nos atormentan, como el paso del tiempo, el estrés, la muerte, la avaricia o la locura. Las letras de todas las canciones fueron escritas por Roger Waters, mientras que en la música también intervino el resto de miembros de la banda, así como Alan Parsons, el ingeniero de sonido, cuyo papel fue fundamental en el ensamblaje de todas piezas, en la grabación y en la materialización de los innovadores efectos sonoros característicos de este Lp (cajas registradoras, ruido de papel y de monedas, relojes, etc.) En " The Dark Side of the Moon" no existen largas suites como en discos anteriores y, en líneas generales, podríamos hablar de un disco complejo pero de fácil y agradable escucha, uno de los trabajos menos progresivos de esta formación. La cara B comienza con un tema de Roger Waters, "Money", tal vez el más recordado del disco, que nos habla del poder del dinero, de su capacidad para doblegar ideales y corromper espíritus. Hoy he preferido rendir homenaje a esta gran canción con dos versiones en directo muy en la línea del original; en primer lugar la de la banda de metal progresivo Dream Theather y, después, la ejecutada por el grupo de rock sureño Gov't Mule, proyecto paralelo de la Allman Brothers Band. No obstante, para todos aquellos que busquéis algo diferente, más atrevido o más original, os recomiendo otras posibilidades en función del género donde os encontréis más cómodos: hard rock y blues-rock ( Velvet Revolver, Michael Schenker Group), rock progresivo ( The Pineapple Thief), funk ( Dan Reed Network, Rosebud), reggae rock ( Easy Star All-Stars), jazz ( Frank Bennett, Kitty Margolis, Emmerson Nogueira) o música clásica de cuerda ( The String Quartet).