Revista Música
El grupo ingles de Rock progresivo Pink Floyd se despediría de los estudios, con una magnifica obra. The division bell sin la presencia de Roger Waters, supone el décimo cuarto álbum en estudio del grupo. En esta ocasión, después de 21 años el teclista Richard Wright volvería a poner la voz en las canciones. Su música estaría enlazada a las nuevas corrientes musicales, que en aquella obra sucumbía al encanto de muchos grupos de Rock progresivo, como es el New age, una nueva era para la banda, que desaparece de los estudios de grabación, tras la salida de este.
En su salida el álbum fue un éxito total en ventas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Siendo alzado al primer puesto de las listas nada más ver su estreno. Con una gira totalmente triunfal, el grupo la inmortalizaría con el doble álbum en vivo, Pulse, viendo este la luz en el 1995.
Mi primera escucha sobre este Divison Bell, me produjo un choque de emociones muy contrastadas. Por un lado era dar un paso hacia adelante, entre las tablas establecidas sobre el Rock progresivo. Dando un nuevo enfoque sobre como materializar la música con la tecnología. Gilmour, utilizo muchos efectos sonoros en su guitarra, haciendo de esta, un abanico mucho más amplio musicalmente. Utilizando el Ebow. Un artilugio pequeño en forma de grapadora, que deslizándolo por la cuerdas de la guitarra, emite un sonido muy parecido a el de un arco. La primera vez que supe de el, fue a través de mi cuñado Ángel. El cual me lo llego a mostrar hace unos pocos años. Sin duda su sonido a la hora de materializar era totalmente sorprendente.
En su salida el álbum fue un éxito total en ventas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. Siendo alzado al primer puesto de las listas nada más ver su estreno. Con una gira totalmente triunfal, el grupo la inmortalizaría con el doble álbum en vivo, Pulse, viendo este la luz en el 1995.
Mi primera escucha sobre este Divison Bell, me produjo un choque de emociones muy contrastadas. Por un lado era dar un paso hacia adelante, entre las tablas establecidas sobre el Rock progresivo. Dando un nuevo enfoque sobre como materializar la música con la tecnología. Gilmour, utilizo muchos efectos sonoros en su guitarra, haciendo de esta, un abanico mucho más amplio musicalmente. Utilizando el Ebow. Un artilugio pequeño en forma de grapadora, que deslizándolo por la cuerdas de la guitarra, emite un sonido muy parecido a el de un arco. La primera vez que supe de el, fue a través de mi cuñado Ángel. El cual me lo llego a mostrar hace unos pocos años. Sin duda su sonido a la hora de materializar era totalmente sorprendente.
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