La escuela debe proporcionar este lugar donde se acepten las respuestas diversas y posibles ante un mismo problema, donde una pregunta pueda ser la ocasión para encontrar, no una respuesta, sino múltiples, y se genere un espíritu entre artístico y científico como actitud para que, con todas las herramientas que estén a nuestro alcance, podamos investigar y crear nuevas formas de pensamiento. Porque el pensamiento creativo abre nuevas contingencias, no sólo para la expresión personal, sino también para conocer al otro; una de tantas razones para crear nuevos métodos de trabajo en el aula. Al fomentar el aprendizaje creativo se pretende además disfrutarlo, disfrutar de este proceso en sí mismo, sin más.
Refracción de agua, juegos de distorsión de imágenes e impresiones de tintas. Realizadas por niños de educación infantil.