

Si en este mismo museo y preparando el afamado concurso vecino le citaba como "escultor del piano", este sábado primaveral lo reafirmaba como pianista total, pintor y escultor con cuatro autores genuinamente únicos y cuyo sello personal hace suyos nuestro intérprete ovetense al que "nacieron en París".

Observando los cuadros las Escenas del Bosque (Waldszenen) op. 82 de R. Schumann ponían la banda sonora a un documento en primera persona, nueve imágenes claramente diferenciadas en ánimo y expresión con temática asturiana por la cercanía ambiental. Imposible detallar cada una e impresionante despliegue descriptivo desde el piano, desde la "Entrada" (Entritt) que nos pone en situación, la intriga de claroscuros en "El cazador al acecho" (Jäger auf der Lauer), las casi impresionistas "Flores solitarias" (Einsame Blumen) o la cinegénita canción Jaglied donde el romanticismo puro de cámara saca del piano unas trompas alegres. La "Despedida" (Abschied) nos devolvió a la tranquilidad del museo tras viajar por una masa verde rota por manchas de color en unos paisajes con figuras dignos de los mejores lienzos.

De la amplia producción del músico de Campodrón, será la suite Iberia la obra de referencia para todo pianista, y las dos obras elegidas son en cierto modo preparación y conclusión de la misma, todo el lenguaje propio del catalán universal volcado en el piano. La Vega (h. 1887) podría figurar sin problemas como un número más, pero mantenerla independiente (la primera de una llamada Suite "La Alhambra") ayuda a comprender mejor la magnitud de los cuatro cuadernos de Iberia. Con toda la dificultad técnica y expresiva, Juan Barahona tradujo cada momento esculpiendo sonidos y difuminando contornos, dominando la masa sonora con un empleo de los pedales impoluto, unos ataques diferenciados desde la fuerza característica de dinámicas extremas que enriquecen aún más todo el universo de Albéniz. Y los Azulejos (1909) que son la reflexión póstuma a sus cantos españoles y su pasión ibérica desde el piano desde un mayor intimismo (recomiendo la lectura de Manuel Martínez Burgos en la revista del RCSMM). Ideal contraponer ambas páginas como obras acabadas, y no bocetos, miniaturas comparadas con sus compañeras de viaje pero tratadas magistralmente y dignas de exponerse independientes con el recuerdo de las demás en nuestra memoria auditiva. Si realmente no podemos encasillar a Barahona como intérprete de un autor, época o estilo, está claro que Albéniz le abrirá muchas puertas internacionales porque técnica para afrontarlo tiene y madurez solo la dan los años puesto que el trabajo no le asusta ni le detiene.
