Seguro que no solo yo soy la única en a la que en algún momento en nuestro piso de alquiler, en ese piso compartido, o mismamente en esa vivienda de segunda mano recién comprada y que aun no nos podemos permitir reformar, la que ha pensado en tirar de rodillo y pintar el suelo de blanco.
Habrá sido cuestión de modas, de darle luz a nuestra casa, o de olvidarnos de ese suelo de corcho o cerezo que nos tiene un poco agobiados.
Aunque la verdad, en fotos este tipo de suelos son fabulosos, amplios, luminosos y delicados…seamos sinceros. En ellos se denotan mas las motas, los pelos y la suciedad. Así que si no nos importa estar estar pendiente de esto, y sin embargo presumir de suelo…pues oye…esta es nuestra opción.
Hoy por ello, es por lo que quiero compartir una de estas casas, que parecen haber echado una capa de pintura al suelo para añadirle mucha luz. Todo un interior pulcro y clásico decorado en color negro y blanco, donde destacan piezas elegantes, formas femeninas y algún que otro toque vintage.
Sinuoso suelo de tarima de madera envejecida que se ha agrietado y nos muestra su personal toque y carácter para descubrir como el espacio puede verse delicado a pesar de la imperfección.
Así que entonces…¿Nos animamos a pintar el suelo de blanco?
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