1.- Hacer caminos directamente con el frasco de goma o con el pincel:
2.- Esparcir la sal por los caminos.
3.- Para que se fije la sal, aplastarla suavemente con el dedo. Dejar secar.
4.- Sacar el exceso de sal, levantando la hoja y sacudiéndola un poco. Así quedarán los caminos listos. 
5.- Pintar libremente con las acuarelas, notar que el agua se extiende por los caminos. Dejar espacios en blanco para aprovechar el color de la sal.




