A quienes conozcan mi casa no hace falta que les asegure lo mucho que me gusta la pintura de pizarra. Y aunque haya quienes no acaben de decidirse a usarla porque tal vez pintar toda una pared les parezca un exceso o les de pereza pensar en el momento de tener que repintar de nuevo sobre ella, quiero mostrarles algunas alternativas superinteresantes y mucho menos comprometedoras a largo plazo. Porque ese toque de pizarra puede estar presente en variadas superficies, desde muebles diversos; mesas, sillas, armarios, cómodas; hasta puertas, lámparas y todo tipo de pequeños detalles como bandejas o macetas. En definitiva, es un recurso tan versátil que puedes llegar tan lejos como tu imaginación te lleve.
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Viendo todo lo que se puede conseguir, os animaríais a dar un toque de pizarra a vuestro hogar?