Por fin se ha terminado el 2016 y lo único que puedo decir es... ¡Gracias a Dios!
No obstante, aquí estoy, rebuscando palabras en una piscina de sentimientos. Aclaro que hoy no hay consejos, tan solo mi reflexión personal.
Estos últimos días he sentido la soledad en su máxima expresión, y a diferencia de lo que dicen no logré canalizarla en la escritura ni nada por el estilo. No me sirvió de musa ni de todas esas habladurías que quizás sí estimularon a escritores de antaño. Al contrario, las pocas veces que encendí el portátil no hubo ningún avance en particular. No significa que no tenga cientos de proyectos, entradas o trabajo, es que simplemente no me dan ganas de hacerlo. La muerte de David Santiago partió en dos mi vida. Debo
Es interesante como las personas, en el trabajo o en cualquier escenario, hacen comentarios tipo: " ya te ves mejorado " , " ya estás más contento " o " ya lo superaste " . ¿El hecho de que no esté de rodillas plañendo y gritando las 24 horas del día significa que no me quemo por dentro? Es obvio que no puedo llegar al trabajo a lamentar mi desgracia. Debo seguir viviendo, al fin y al cabo.
Sí, sé que muchos critican la religión. Se oponen a creer que exista una fuerza mayor, la ven como algún tipo de manipulación de masas (aunque algunos vivarachos la usan de esta manera y se lucran por medio de la fe de los demás), o tienen sus motivos para hacerlo, pero eso no significa que deba dejar de hablar de ello para no ser criticado ni rechazado. Al contrario, siempre he creído que sostener los ideales, aunque vayan en contravía con el resto del mundo, fortalece el carácter.confesar gritar a los cuatro vientos que todos los días lloro en secreto y no concibo el dolor que deba soportar mi esposa. Tan solo la fe y el consuelo de Dios han logrado evitar que me vuelva loco o caiga en la depresión, aunque me percibo caminando en una delgada cuerda que se balancea amenazante ante cualquier brisa, y si no tomo las medidas adecuadas, irremediablemente caeré. Sin embargo, soy consciente de que, al menos en mi caso, la solución se encuentra en Jehová.
MI FE
La fe, según Hebreos, es la expectativa segura de cosas esperadas, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan. Pero la razón de esta entrada no es iniciar una controversia sobre religión ni tocar fibras sensibles, es darles a entender el por qué desde 1. Terminar la lectura beta de 2. Terminar la edición de mi última novela 5. Terminar de leer y reseñar
Se los resumiré: cada noche, desde hace cuatro meses, me voy a la cama con la plena certeza de que llegará el día en que, por medio de la resurrección, veré de nuevo a mi hijo y a mi padre, a quien también perdí hace tres años. El solo imaginar sus rostros y el calor de sus cuerpos me estremece. Sé que muchos deben pensar que soy un ingenuo o que vivo de fantasías, pero la verdad no me importa, ninguno está en mi carne. Creo en la existencia de Dios y de su hijo Jesucristo, creo en la promesa de un Reino sin llanto, dolor ni muerte, y esa promesa es lo que me mantiene en pie, sonriendo y dispuesto a salir adelante frente a las adversidades. Incluso, la fe me hace un mejor ser humano, una persona que se preocupa por los demás, que desea ayudar y seguir por un camino de rectitud, que respeta los diferentes modos de pensar y un total agradecido con la vida.
El blog no ha muerto ni deseo cerrarlo, jamás, pero al menos hasta hace unos minutos no se encontraba entre mis prioridades. El trastorno por estrés postraumático en la ciencia ficción y fantasía, de principios de diciembre, no publico y he reducido mi participación en redes sociales (a las que criticaré más adelante en alguna entrada).
Pido un poco de paciencia, en especial a los suscriptores, con quienes llevo un proceso personal mediante el taller en línea.
En cuanto a enero de 2017, trabajo es lo que me espera. (El orden no implica jerarquía):
3. Escribir y participar en más concursos de relatos.
El poder del nigromante de mi amigo Roberto Caldera . 4. Modificar una que otra cosita del blog. Héroes de Cajón.
La isla del escritor de El libro del escritor .
6. No hacer más reseñas, ya hay demasiadas páginas que las hacen.
7. Terminar las entradas del blog y replantear objetivos de Antro Narrativo.
8. Reforzar mi lucha contra el racismo y fortalecer las entradas sobre el racismo en la literatura.
No he decidido si esta sea la última entrada del año, pero no quiero irme sin antes desearle éxitos a todos los escritores, lectores, pintores, cantantes y amantes del arte en general. Que este año les haya ido mejor que a mí y que el 2017 venga con muchas letras, mucha inspiración y felicidad.
Aunque les recuerdo que la verdadera felicidad no se encuentra en el dinero o el poder. Está en ayudar a los demás.