El 25 de enero publiqué un análisis de los periodistas que trabajan para autorrealizarse vs quienes lo hacen sólo para ganar plata, en tiempos de comunicadores mercenarios y bien pagos por el Gobierno. La idea fue hacer un planteo que responda al para qué trabajo, teniendo en cuenta de que en las provincias argentinas trabajar en los medios no da guita, salvo que estés muchas horas saliendo en televisión o seas un secretario de Redacción/director de un diario.
Dese hace unos días anda circulando una pirámide de Maslow versión en el Johon Lennon de All you need is love, que los Beatles estrenaron -a pedido de un medio de comunicación, la BBC de Londres- el 25 de junio de 1967. Es una pirámide mucho más sencilla y más compremetedora. Ahora, ¿en qué le sirve ésto al periodista?
Amar la realidad es el mejor camino para una buena investigación, una buena edición y una buena ética periodística. También proyecta algo más: el para qué sirve el periodismo como institución en la democrática. En Ética Periodística aprendí que el periodismo también tiene como fin construir la paz.
En este domingo de Pascua se mezcla el mensaje de amor de John Lennon con el de Jesús y el resto de los cristianos que dieron la vida por amor en distintas causas. ¿Por qué meto la cuestión religiosa acá? Porque el ser humano, en este caso el periodista, es un ser con una dimensión física, psicológica y espiritual (que incluye lo religioso). Las tres cosas influyen para ser competente en el trabajo.
El periodismo ya se renovó mucho desde la tecnología y desde las formas de construir la realidad. Ahora llegó el momento de pensar en la misión de construir la paz. Pero para eso hace falta dos cosas: amar la realidad (la verdad, es decir, los hechos tal como sucedieron y no los hechos y la historia vivida tal como lo indican los prejuicios o ideologías) y amarse a uno mismo, porque al fin y al cabo el amor es el principal combustible para hacer bien el trabajo, encontrarle sentido al trabajo, entender a la audiencia y ser feliz fuera del trabajo. O sea: es lo que le da sentido a todo. Pero a la vez -lo reconozco- el camino más difícil de todos. Por eso la sencillez de la pirámide de Lennon: la verdad se va a entender mejor -y por lo tanto comunicar mejor- si el Amor y no el odio primero configuró nuestro sistema.