Revista Literatura
El espejismo encaró a nuestra inteligencia…estas olas extravagantes miembros descuartizados de las musas.
Nos miramos en un paraísode lo que ya no somos, y ahí estamos cómo los testigos de la consecuenciaentre sonrisas o sollozos.
¿Espantaremos a las sombras?Alborada alegoría celestial papiro del tiempo.Los siervos de la noche han caído... la luz adoraa todos sus enemigos… la mejor prueba de su abstracción es su manto descubierto… en la espina de la rosa de los desiertos.
Toneladas de piedra al vaivén de un quietismo, una inconformidad a las orillas del viento… en la imaginación, un laberinto de pirámides al acecho…de una momificada eternidad del ritmo.
Los títeres de la consciencia nos asedian… y manipula la dogmática beldad yugular del tiempoque nos ahorca. ¿Dónde estamos los aquellos?,dónde está el caudal del ríoque nos repite constantemente, pues somos en nuestras venas… su forma.
La apariencia nos transformó, sin percepción…mamarrachos de alta tecnologíay máquinas ineptas de un delirio.
La encadenada armonía, no sería una soluciónpara el mundo del pensamiento…es mejor liberar cada símbolo de su máscaraque se pega en nuestra cara como un rastro.
Que repitan urgentemente las fábricas de la felicidad de los que se han ido.La perversión del amor…es porque uno vive en su sarcasmo,pues cada espacio libre no es veleidoso.