Todo aquel al que no le interese el cine como una diversión pura y dura que deje de leer esta crítica ahora mismo, porque esta peli no le va a interesar. Piraña 3D es una comedia gore hecha 100 por 100 para el disfrute de su director y los espectadores con buen estómago. Con un aspecto un punto ochentero y un tono totalmente desenfadado, la peli ser ríe constantemente de sí misma y de todo lo que pilla, homenajeando al cine de adolescentes con las hormonas más disparadas que nunca. Tías en bikini (¡a las que moja Eli Roth con una manguera!), amores adolescentes, baños de sangre y pirañas asesinas… no se necesita nada más para pasarlo bien. Y es que la peli se ríe hasta del 3D, esta tecnología que no va a ningún lado.
Lo mejor: divertidísima desde su inicio, homenajeando a Tiburón.
Lo peor: es muy gore, absténgase la gente sensible.