Revista Cine
Uno de los subgéneros del cine de terror que más caspa han generado en la historia del cine son las monster movies y si detrás de el proyecto está Roger Corman, sabemos que los amantes de la serie B vamos a acabar viéndola.
Los integrantes de un equipo de filmación ruedan su película ajenos a los peligros que se ciernen a su alrededor. Por un lado, un grupo de criminales se han propuesto secuestrarlos para pedir un rescate por su liberación pero lo verdaderamente peligroso es que el set de rodaje está situado muy cerca del nido de una bestia casi mitológica que tiene mucha, muchísima hambre.
Pirañaconda es una más de la larga lista de horrores, casi siempre televisivos, que han proliferado en los últimos años en los que un animal monstruoso hace de las suyas dejando a su paso un camino plagado de muerte y destrucción. De hecho, se supone que Pirañaconda es una especie de secuela de Sharktopus aunque en realidad no tengan nada que ver una con la otra más allá de la semejanza en cuanto a temática y bestia parda bizarra sedienta de sangre.
En Pirañaconda vamos a encontrar todos los tópicos de este tipo de cine: guión surrealista, interpretaciones sonrojantes y muertes absurdas. Olvidaos de descubrir el origen del bicho o porque lo llaman pirañaconda, ni siquiera intentéis entender las motivaciones de tan solo uno de los personajes, nada tiene sentido pero precisamente eso es lo que hace más divertida esta película.
Uno de los detalles que os llamará la atención desde el primer momento es ver que encabeza los títulos de crédito Michael Madsen. Este hombre se apunta a un bombardeo y lo mismo te lo encuentras en una de Tarantino que en la serie B más casposa que te puedas echar a la cara.
Como decía, Roger Corman es el productor y eso se nota en la factura cutre y los efectos especiales de saldo. Por poner un ejemplo, cada vez que la serpiente se come a alguien, queda una nube roja, flotando, imitando la sangre que saldría a chorrazos en caso de suceder algo así realmente.
También veo la mano de Corman en el guión ya que la película es una mezcla de subgéneros (cine dentro del cine, terror, gangsters) y eso es algo que es habitual encontrar en la filmografía de este director.
No voy a negar que la película es un bodriete pero es simpática y disparatada y entretiene. Sed indulgentes si la véis.