Piranha: Campistas en peligro de extinción.

“Piranha” (1978), es un film de terror del director Joe Dante, el cual está protagonizado por Bradford Dillman, Heather Menzies, Kevin McCarthy, y Keenan Wynn.
Maggie (Heather Menzies) es una detective privada la cual es contratada para investigar la desaparición de dos adolescentes los cuales fueron de excursión y jamás regresaron. Con la ayuda de Paul Grogan (Bradford Dillman), un hombre que vive cerca del río donde los jóvenes desaparecieron, ella descubre una base militar secreta que presenta una piscina, en la que supuestamente se encontraba una camada de pirañas genéticamente mejoradas, las cuales ahora se dirigen río abajo poniendo en riesgo la vida de cientos de veraneantes.

Tras el éxito de “Jaws” (1975), del director Steven Spielberg, una buena cantidad de producciones intentaron copiar la fórmula de su éxito. Los directores a cargo de estas copias/tributo, los cuales en su mayoría eran italianos, fracasaron en sus intentos debido principalmente a lo burdo de los guiones con los cuales trabajaban, y al escaso presupuesto que manejaban dichas cintas. Solo un limitado número de estas “imitaciones” lograron tener éxito, y se terminaron convirtiendo en películas con méritos propios. Este es precisamente el caso de “Piranha”, la primera cinta en solitario del director Joe Dante, quien hasta ese entonces trabajaba como editor en la New World Pictures, la cual era una modesta productora de cine fantástico cuyo dueño era nada menos que Roger Corman. Sería el mismo Corman el que amenazaría el futuro de la cinta en más de una ocasión por problemas presupuestarios. Al parecer, el productor no estaba dispuesto a invertir más de $650.000 dólares, lo que ya era un presupuesto alto para la New World. Sin embargo, tras la promesa de la United Artist de distribuir el film internacionalmente, Corman accedió a invertir $750.000 dólares. De todas formas, en más de una ocasión amenazó con suspender el rodaje, medida que según él, solo era método de presión para asegurarse de que todo saliera como él esperaba.
La idea original de “Piranha” fue de Jeff Schechtman, quien oficiaría como co-productor de la cinta, mientras que el guión original fue escrito por Richard Robinson. La re-escritura del guión corrió a cargo de John Sayles, guionista que colaboraría nuevamente con Dante en la cinta “The Howling” (1981). El film comienza con dos adolescentes que ingresan a unas instalaciones militares aparentemente abandonadas, dentro de la cual encuentran una piscina en la que deciden bañarse. Aunque todo parece tranquilo, no pasa mucho tiempo antes de que la pareja de jóvenes termine siendo asesinada por los seres que se encuentran en dicha piscina (aunque es obvio que se trata de pirañas, esto solo es confirmado algunos minutos más tarde, al mismo tiempo que es revelada la naturaleza de las mismas). Es evidente desde el inicio que la cinta presenta más de una similitud con “Jaws”. Joe Dante esta plenamente consciente de esto, y sabe que el espectador también lo está, por lo que decide reírse de si mismo insertando una imagen de la protagonista de la cinta jugando a una máquina de videojuegos basada en “Jaws”, justo después de los créditos iniciales.

Pese a que la base de la historia evidentemente toma bastantes cosas prestadas de “Jaws”, Dante hace todo lo posible por alejarse de la obra de Spielberg. Primero transporta la acción desde la playa a un río ubicado en la América profunda, donde los campamentos de verano para niños ya se encuentran repletos, y los laterales del río comienzan a llenarse de veraneantes deseosos de capear el calor con un chapuzón. Luego procede a responsabilizar a las figuras de autoridad como los responsables de la tragedia que está por acontecer. Son los científicos, los militares y los políticos quienes han desarrollado un proyecto cuyo fin era crear una especie de pirañas genéticamente alteradas para introducirlas en los ríos de Vietnam, y así ganar la ya finalizada guerra. Estos estamentos no solo se encargarán de encubrir la situación, sino que dan una explicación absolutamente castigable cuando se les pregunta la razón por la cual estas bestias siguen vivas aún cuando el conflicto bélico ha llegado a su fin; “siempre habrán más guerras”, dice uno de ellos, dejando en evidencia la crítica social existente en la cinta. Dante y Sayles no solo critican el uso malicioso de la ciencia, sino que apuntan al aparente amor por la violencia existente en la sociedad norteamericana, a la corrupción existente en las altas esferas de poder, y a la deshumanización propia de un conflicto bélico.
La historia es bastante lineal y podría ser separada en tres partes. La primera estaría constituida por la introducción de Maggie, como esta conoce a Paul, y como finalmente terminan liberando a las pirañas de manera accidental. La segunda porción del film está constituida por los intentos de Paul y Maggie por evitar que las pirañas traspasen la represa y lleguen a las zonas más pobladas. Finalmente, en el tercer tramo de la cinta vemos como las pirañas comienzan una apoteósica carnicería, donde las víctimas son la indefensa población de veraneantes. Para mantener la atención del espectador hasta el tramo final de la historia, Sayles introduce una serie de situaciones cargadas de tensión, como por ejemplo el viaje de los protagonistas por el rio en una precaria balsa, la carrera contra el tiempo de estos por evitar que el encargado de la represa involuntariamente les abra el paso a las pirañas, o el posterior escape de la policía por parte de los protagonistas. Lo que sin duda resulta sorprendente, es que en “Piranha” se rompe una de las reglas implícitas del género del horror; algunos niños terminan siendo asesinados por las pirañas, siendo esto mostrado de manera explícita por el director.

Las actuaciones del elenco en general son correctas, teniendo en cuenta el tipo de película que es, y que la mayoría de los personajes son más bien unidimensionales. Aunque con papeles secundarios, Dante pudo contar con dos actores de culto como lo son Kevin McCarthy, más conocido por ser el protagonista de “Invasion of the Body Snatchers” (1956); y con Barbara Steele, protagonista del clásico de Mario Bava, “La Maschera del Demonio” (1960), lo que sin duda es un punto a favor para la cinta. Por otro lado, la banda sonora del compositor Pino Donaggio resulta ser interesante, mientras que los efectos especiales de Rob Bottin cumplen su objetivo, pese a lo artesanales que resultan ser algunos de estos. Con respecto al trabajo de Bottin, llama la atención la inclusión de una escena al interior del laboratorio de la base militar, en la que aparece una criatura bípeda animada en stop-motion, la cual nada tiene que ver con el resto de la historia. Se dice que Dante quería realizar algunos efectos utilizando el stop-motion, pero al darse cuenta que el presupuesto no alcanzaba para hacer grandes cosas, terminó incluyendo esta escena solo para saciar su deseo de filmar algo con dicha técnica.
“Piranha”, es una película que presenta algunas las falencias comunes del cine serie B; algunos agujeros en su guión, personajes medianamente interesantes, y efectos especiales de calidad dispar. Sin embargo, Dante realiza un buen trabajo parodiando el clásico de Spielberg, al mismo tiempo que inserta algunos temas que posteriormente se repetirían a lo largo de su trabajo, como su amor por la televisión o su afán de responsabilizar al ejército como el causante de diversos problemas. Aunque en su momento la cinta fue duramente criticada por ser considerada como una copia de “Jaws”, de todas formas tuvo buenos resultados de taquilla, al punto que posteriormente James Cameron filmaria una secuela titulada, “Piranha II: Flying Killers” (1981), la cual es bastante inferior a la original. En definitiva, “Piranha” es una cinta entretenida que presenta una historia narrada a un ritmo adecuado, unas cuantas dosis de gore, un final algo ambiguo, y la suficiente tensión como para convertirse posiblemente en una de las mejores copia/homenaje que se hayan realizado del renombrado film de Spielberg.

por Fantomas.