A consecuencia del informe del M.I.T. (Massachusetts Institute of Technology) sobre la estafa del Castor se han dicho muchas cosas, pero como este es un país sin memoria se han olvidado las más importantes.
El 14 de octubre 2013 publiqué una nota titulada LA CASTA DEL CASTOR, en la que describía la inmensa estafa y demostración de total irresponsabilidad del proyecto Castor donde decía:
“En el 2005, varios años después que el grupo promotor de la plataforma Castor anunciase sus intenciones el Observatorio del Ebro, miembro del CSIC, ya advirtió, refiriéndose al proyecto, del elevado riesgo sísmico y la peligrosidad de inyectar gas en la falla de Amposta. En el 2006, siendo Montilla el Ministro correspondiente, se propone la operación al Ministerio de Industria, con un presupuesto inicial de 700 millones de Euros, que es favorablemente acogida. En el 2008 con Miguel Sebastián de Ministro de Industria, se aprueba definitivamente el proyecto, parece ser que con el mencionado presupuesto de 700 millones, no haciendo ni caso de la propuesta del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya, que basándose en la advertencia del Observatorio del Ebro planteó un informe del Institut Geologic de Catalunya sobre posibles riesgos sísmicos, y sin que el Ministerio analizase a fondo las posibles consecuencias o pidiese segundas opiniones. En octubre 2009 el proyecto recibe la definitiva luz verde al ser aprobada la declaración de impacto ambiental, de nuevo sin comprobación sísmica alguna.”
Es decir, los chorizos del gobierno de España aprobaron el proyecto del chorizo Pérez sin tener en cuenta los repetidos y serios avisos de los observatorios e institutos científicos de la zona sobre el elevado riesgo sísmico, y sin que el chorizo promotor o los chorizos que lo autorizaron hiciesen la más mínima y seria comprobación de dicho riesgo sísmico, y cuando aparecen los terremotos detienen el proyecto y, a nuestro cargo, le regalan al chorizo promotor el doble del coste declarado porque algo tenía que ganar el pobre,aparte de pagarle cada año sobradamente el coste de mantenimiento de la instalación parada, y ahora cuatro años después el MIT confirma no solo el elevado riesgo sísmico ya avisado por científicos e ignorado por los chorizos sino que advierten que el proyecto ha modificado la falla de Amposta y a consecuencia del proyecto el límite sísmico de la zona ha aumentado hasta posibles terremotos de nivel 6,8.
Para que tengáis una idea del nivel de los terremotos, cuando vivía en Los Angeles, al salir un día de casa por la mañana y antes de subirme al coche soporté un terremoto de nivel 5,2, que no es considerado como muy peligroso y destructivo, y llegue al banco absolutamente “acongojado”. Imaginaros uno de 6,8 que ya está considerado como nivel fuerte.
Si este país fuese normal el chorizo promotor junto con los chorizos que lo aprobaron, que para hacer memoria fueron Rodríguez Zapatero y su vicepresidenta Elena Salgado, la Atila de la economía española, y los que no lo denunciaron Rajoy y Sáez de Santamaría junto con un nutrido grupo de políticos y funcionarios que dieron forma y ejecutaron la estafa, habrían sido juzgados y condenados de varias formas, en algún caso con la cárcel, y las indemnizaciones habrían sido descomunales, pero esto es España, donde chorizos, estafadores oficiales de los ciudadanos e irresponsables tienen vía libre para hacer lo que quieran mientras se pasen con frecuencia por el palco del Bernabéu. Eso si, que Catalunya se gaste 5,6 millones en hacer un referéndum LEGAL, POSIBLE, CLARIFICADOR Y DEMOCRÁTICO, es un despilfarro no autorizado.
Lo dicho. En España hasta los cuerdos están como un cencerro.