Revista Cuba

Piratas en el mar del Caribe

Por Sabdiel Sabdiel Batista @sabdielbatista

Piratas en el mar del CaribeHoy quiero compartir con mis lectores este post sobre un tema muy interesante que tiene que ver con la historia de los caribeños: los piratas que asolaron estas tierras y mares desde el descubrimiento de América hasta un par de siglos después.

La piratería del mar Caribe fue un episodio insólito en la Historia de la humanidad. Sus aventuras han levantado a partes iguales fascinación y horror en los siglos posteriores, hasta el punto de crearse mitos y leyendas muchas veces alejados de la realidad histórica. Cuando estos mitos pasaron a las novelas de aventuras y posteriormente al cine, se creó un nuevo género que, con altibajos, ha fascinado al público hasta nuestros días.

Uno de los errores más comunes es el mal uso de los términos empleados para referirse a los piratas del Caribe. Pirata, bucanero, filibustero y corsario muchas veces se utilizan como sinónimos cuando en realidad cada uno tiene un origen y un significado distintos. Pirata es un término genérico dedicado a cualquiera que ejercía el pillaje en el mar en cualquier época y lugar; corsario es una versión legalizada del pirata y bucanero y filibustero son términos relacionados exclusivamente con la piratería en América.

Corsarios

A estos marinos se les concedía lo que se denominaba «patente de corso» que les autorizaba en nombre de sus gobernadores o monarcas a asaltar embarcaciones de naciones enemigas (principalmente España, en aquella época) a favor de la nación a la que representaban. En la práctica, es difícil determinar dónde empieza la piratería y dónde termina el corso, puesto que el mismo individuo podía ser considerado corsario por sus compatriotas y pirata por los enemigos. Este es el caso de Francis Drake, el más famoso de los corsarios ingleses, quien llegó a recibir el título de sir en 1581 por parte de la reina Isabel I de Inglaterra. Para los españoles, sin embargo, no pasó de ser un vulgar pirata.

Bucaneros

Así se llamó a los colonos, de diversas nacionalidades pero mayoritariamente franceses y en menor número ingleses, que a partir de 1605 se asentaron en la región nor-occidental de la Española y se dedicaban a la caza en la isla y a la venta de contrabando de la carne ahumada en el bucan, una parrilla de troncos verdes. Esta carne era muy apreciada como provisión para los barcos del Caribe por su buena conservación.

Los bucaneros fueron expulsados por los españoles de la isla lo que provocó que se unieran y se replegaran en Isla Tortuga, al norte de la Española. Al darse cuenta de que los españoles no estaban dispuestos a dejarles ejercer el contrabando, decidieron buscar un negocio más lucrativo: la piratería. Lentamente durante veinte años los bucaneros fueron siendo asimilados por sus herederos más organizados, los filibusteros.

Filibusteros

El origen de la palabra es dudoso pudiendo ser francés (flibustier), inglés (free booter) u holandés (vrij buiter, el que captura el botín; o vrie boat por las embarcaciones ligeras que utilizaban, filibotes en español y fly boot en inglés). Los filibusteros actuaron en el mar de las Antillas durante buena parte del siglo XVII. Por norma general provenían de Inglaterra, Francia y Holanda. Su principal base de operaciones fue la isla de la Tortuga, al norte de la Española, lugar donde se formó la conocida Cofradía de los Hermanos de la Costa: una organización libertaria de filibusteros. Sus aventuras fueron contadas por el holandés Alexandre Esquelemin en su obra «Bucaneros de América» cuya portada inglesa del año 1684 se puede ver en la imagen.

Más tarde, tras la conquista de Jamaica por los ingleses, los filibusteros de esa nacionalidad empezaron a ocupar la isla bajo la tutela de las autoridades inglesas, lo que convirtió a Jamaica junto a Isla Tortuga en una base filibustera. En los siguientes años, los filibusteros ejercieron de corsarios en numerosas ocasiones en beneficio de Francia e Inglaterra, y poco a poco Tortuga y Jamaica se fueron convirtiendo en colonias de estos países respectivamente. A las naciones europeas, una vez que consiguieron romper el monopolio español sobre América, ya no les interesaba propiciar el incontrolable fenómeno de la piratería, por lo que finalmente, y tras varias estrategias, consiguieron acabar con los filibusteros, convirtiendolos en honorables colonos.

Uno de los filibusteros más famosos fue el galés Henry Morgan cuya hazaña más exitosa fue el asalto a Panamá en 1671.

Bueno, pues no les sigo contando nada más, les dejo con este excelente documental sobre el tema para que lo disfruten y aprendan algo más, como lo hice yo.


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