¿Se está planteando hundir su empresa y no sabe por dónde empezar? ¡¡Está de enhorabuena!! Comenzaré hoy una serie de artículos para darle pistas de cómo hacerlo de un modo eficiente y en poco tiempo. Si Vd. se ve reflejado en alguno de los ejemplos que van a salir, le felicito: va por el buen camino.
Empezamos; siempre que tuve que describir las competencias de un emprendedor de éxito lo hice agrupándolas en dos bloques:
- Visión de futuro.- un buen emprendedor tiene una capacidad ¿innata? para adivinar el camino más derecho hacia el éxito y para intuir cuáles son los “baches” que se va a encontrar y, de este modo, poder sortearlos.
- Capacidad de gestión de los recursos.- sus competencias, habilidades y conocimientos le deben permitir hacer una eficiente gestión de los recursos y capacidades con las que cuenta la empresa en su día a día.
Aquellas personas que reúnan ambas cualidades serán empresarios exitosos. Su óptima gestión de los recursos y capacidades le permitirán tener una empresa sólida y, además, su intuitiva visión de futuro contribuirá decisivamente a que la empresa sea vanguardista. Veamos qué sucede si falta alguna de las dos premisas establecidas (es obvio que si faltan las dos no estamos ante un empresario; estamos ante un kamikaze):
- Quien no tenga visión de futuro pero sí sepa gestionar con eficiencia sus recursos.- nunca tendrá una empresa vanguardista, puntera, innovadora… pero sí tendrá una empresa sólida, bien gestionada, que sobreviva en el tiempo. No debería tener grandes problemas para aguantar los malos momentos, excepto que uno esté integrado en un sector con una fuerte innovación tecnológica en el que, carecer de visión de negocio, pueda comprometer la viabilidad de la organización. Si no se da este caso concreto, el empresario no debería tener problemas gordos a poco que hagan una buena gestión de los recursos, insisto, aunque carezca de visión de futuro.
- Quien tenga visión del negocio pero carezca de habilidades para gestionar eficientemente sus recursos.- aquí sí que van a surgir problemas. De nada vale ser un “hacha” en la búsqueda de nuevos mercados, nuevas tecnologías, nuevas herramientas, etc., si luego no las gestiona bien o no sabe cómo dirigir su día a día.
En consecuencia, la primera pista para hundir una empresa ya se la estoy dando: no saber intuir el futuro no suele ser tan grave; nunca se llegará a ser líder en el sector pero se puede aguantar perfectamente si se gestiona bien lo que se tiene. Para hundir una empresa hay que actuar en el segundo ámbito, es decir, hacer una mala gestión interna. Esta deficiencia no se verá compensada por la habilidad para “leer la bola de cristal”. Como decir esto es ser bastante genérico e impreciso, voy a concretarlo un poco más.
Aunque hay empresarios muy hábiles complicando la viabilidad de sus empresas que suelen para ello “tocar todos los palos”, yo voy a describir los elementos sobre los que interactuar para aquellos otros que quieran llevar una gestión “selectiva” del desastre. Para ello conviene preguntarse: cuándo hablamos de recursos y capacidades en genérico, ¿exactamente a qué nos estamos refiriendo? Pues a…
- Recursos financieros
- Recursos materiales
- Recursos humanos
Básicamente a esos. Es ahí dónde una mala gestión aboca a las compañías al cierre. Por no extenderme más dejaré aquí introducido el asunto y en siguientes artículos les contaré qué es lo que se debe hacer mal en cada uno de esos apartados para tener problemas. Vayan reflexionando un poco sobre todo lo dicho y, mientras tanto, queda abierto este debate por si alguien quiere aportar alguna idea.
Un abrazo