El establecimiento desembarca en la Calle Dos de Mayo esquina con San Vicente Ferrer para reivindicar la figura del bocadillo como algo madrileño y tradicional, pero a la vez cosmopolita y de calidad.
Un proyecto con miga y alma y con una carta compleja que apuesta por sabores que son reconocibles para todos, pero que se combinan en sugerentes y atrevidas pistolas pensadas para el presente y futuro de la gastronomía urbana.
¿A quién no le gusta un bocata? Esta pregunta, aparentemente sencilla, es el punto de partida de un proyecto que promete cambiar la forma en que se percibe este clásico de la gastronomía. En un entorno donde muchos negocios se inspiran en culturas internacionales, PISTOLA nace para reivindicar el bocadillo como un emblema propio, algo que forma parte de la cultura madrileña y que también puede ser sinónimo de calidad y creatividad culinaria.
La elección de la ubicación de PISTOLA no es casual, y cumple con el objetivo de encontrar el equilibrio entre el antes y lo de ahora. La bocatería hereda la esquina del restaurante Mastropiero, en San Vicente Ferrer, una de las más míticas del barrio madrileño de Malasaña. Un lugar icónico que ha sido reformado de la mano del Estudio Verbena y cuya imagen de marca ha creado TOT Studio, y que aúna tradición y modernidad en su nueva propuesta estética.
Así, PISTOLA arranca con una receta clara: encontrar el equilibrio entre lo tradicional y lo moderno. Desde su nombre, que evoca el icónico "quiero una pistola" que se solía escuchar en las panaderías madrileñas de antaño, la bocatería rinde homenaje a su herencia mientras proyecta una identidad fresca, pensada para el presente y futuro de la gastronomía urbana.
José Fuentes, chef y propietario de KULTO (c/ de Ibiza, 4), ha sido el encargado de plasmar este equilibrio en la carta. Ocho recetas que utilizan productos de siempre, sabores que son reconocibles para todos, pero que se combinan en sugerentes y atrevidas pistolas. El pan, el que da sentido a cada una de las propuestas, proviene de El Horno de Babette, un prestigioso obrador artesano con escuela propia que se ha convertido en el proveedor oficial de PISTOLA, aportando su combinación de tradición y creatividad a cada una de ellas.
Complejas propuestas como el bocadillo de chipirones fritos con calamares encebollados y morcilla, alioli de ajos asados y lima y velo de papada ibérica ahumada; el de filete ruso con carne Discarlux, pimiento del padrón, vinagreta de encurtidos y mezcla de quesos D.O.P Idiazabal y La Peral, o el de pollo campero con piquillos a la brasa, rúcula salvaje, láminas de manzana verde y aliño de sésamo y naranja; no pueden faltar en una primera visita. Para acompañarlos, cócteles como el Marianito, un vermut preparado al que le añaden unos toques de ginebra, Campari, vino amontillado seco y zumo de naranja; o un Bloody Mary con un toque mediterráneo al que le añaden vinagre de manzana infusionado con eneldo fresco.
En definitiva, PISTOLA es “el resultado de nuestro amor por lo que hacemos y de nuestro amor por Madrid”, tal y como explica Quique Santamaría, uno de los socios principales. Un proyecto que tiene miga y alma y va más allá de un mero negocio, y que como afirma Cayetano López, dueño de Mondolirondo y copropietario, es “un punto de encuentro, una voz auténtica, simpática e innovadora que quiere lanzar un mensaje buenrollero de pan y amor a todo el que viva o visite nuestra ciudad”PISTOLA
Ubicación
Calle Dos de Mayo esquina con San Vicente Ferrer
Horario
Lunes y martes de 18:00 a 00:30
De miércoles a domingo de 12:00h a 00:30h
Ticket Medio
25€.