He recibido un tierno y sabroso regalo, mi padre me ha traido los primeros tirabeques de la cosecha, así que en este caso si que puedo decir eso de “directamente de la huerta a la mesa“. Mmm! estoy deseando probarlos, me encanta su sabor y para los que no los conozcáis os voy a hacer una pequeña descripción de esta tierna verdura.
“Los tirabeques (Pisum arvensis), también conocidos como bisaltos, son unas vainas de la misma familia y género que los guisantes, pero en lugar de ser cultivadas por sus semillas, son las propias vainas las que se consumen y sin desgranar, pero en su interior esconden unas semillas casi imperceptibles.
Su color es verde vivo y brillante, su textura es delicada y crujiente, deben recolectarse en su momento óptimo (abril-mayo) y consumirse lo antes posible para disfrutar de sus cualidades organolépticas. En cuanto a su sabor podríamos decir que es ligeramente dulzón, muy agradable al paladar, además de muy fáciles de cocinar y de combinar con otros ingredientes.
El aspecto nutricional de los tirabeques es igualmente valorable, como el resto de la familia de las fabaceae, destaca por su aportación de proteínas vegetales, vitaminas B y C, minerales y fibra.”
Os voy a proponer una sencilla receta para cocinarlos, porque la verdad en este caso prefiero apreciar todo su sabor sin aliños ni cocciones demasiado agresivas que oculten o menoscaben sus propiedades. Creo que ya os habéis dado cuenta de lo mucho que me gustan ¿verdad?
Ingredientes (ecológicos*): 1/2 kilo de tirabeques – dos o tres dientes de ajo – aceite de oliva virgen de primera presión en frío – sal – pimentón dulce – cuatro huevos de gallinas criadas en libertad – paté (al gusto) – dos cucharadas de tomate en salsa – pimienta negra – semillas de sésamo.
Con las manos en la masa: Pasamos por agua los tirabeques y le quitamos las puntas y los hilillos de los laterales. Ponemos una olla con agua al fuego y esperamos a que hierva. Mientras cocemos los cuatro huevos. Cuando rompa el agua a hervir, añadimos sal y echamos los tirabeques, bajamos un poquito el fuego y los dejamos cocinando unos diez minutos (a mí me gustan un poquito al dente). Cuando ya están los huevos cocidos, los retiramos, pelamos y separamos la yema de la clara. Desmenuzamos la yema en un platito y añadimos un par de cucharadas del paté que más nos guste. Salpimentamos y agregamos las dos cucharaditas de tomate en salsa. Con la ayuda de una cucharilla de café volvemos a rellenar los huevos con esta mezcla y espolvoreamos por encima las semillas de sésamo previamente tostadas. Por otro lado, en una sartén ponemos aceite y freimos los ajos, añadimos un poquito de pimentón dulce. Escurrimos los tirabeques y servimos en el plato bien calientes, por encima echamos el refrito de ajos y acompañamos con los huevos rellenos. Sencillo, rico y muy nutritivo.