Revista Deportes
Pitada al Rey y contrarreplica de aficionado madridista
Publicado el 24 febrero 2010 por InstintodeportivoAnte 14.814 espectadores, la mayor asistencia a un partido de la Copa de baloncesto, los Reyes de España fueron recibidos con una pitada durante la interpretación del himno nacional antes del encuentro y algunos gritos de "fuera". Una situación similar a la que vivieron durante la pasada final de la Copa del Rey de fútbol, entre el Athletic y el Barcelona, jugada en el estadio de Mestalla, en Valencia.
Los Reyes, acompañados por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; por el lehendakari, Patxi López, y por los presidentes del Barça y el Madrid, Joan Laporta y Florentino Pérez, llegaron al pabellón seis minutos antes del partido entre fuertes medidas de seguridad. Los aficionados, por ejemplo, no pudieron entrar al recinto hasta una hora antes del encuentro. Cuando faltaban unos 30 minutos para que arrancara la final, se produjeron enfrentamientos verbales entre aficionados del Bilbao Basket y del Madrid, éstos con banderas españolas.
Durante el descanso, los agentes de seguridad tuvieron que sacar de la pista a uno del Madrid que participaba en un concurso de lanzamientos y que realizó gestos obscenos a la grada, donde estaban los aficionados vascos que siguieron la pitada del rey y al que respondió descaradamente el aficionado madridista.
La Copa para el Regal Barcelona
“El monstruo tiene muchas cabezas y no sabes a cual atacar“. Estas palabras de Fernando Romay para la retransmisión de la Copa del Rey de TVE resumen a la perfección el sentimiento del Real Madrid, y de todos los equipos, ante el poderío del Regal Barça.
¡Qué fácil lo hace el Barcelona! 80-61 ha sido el marcador de esta final, en un ejempo de eficacia táctica, superioridad psicológica y ausencia de cualquier debilidad. Imposible no alabar su juego, el Barça se acerca a una peligrosa palabra para la emoción de la ACB esta temporada: imbatible. Ettore Messina y todo el Real Madrid son los que mejor lo saben.
Poco le duró la emoción a esta final de la Copa. El Real Madrid consiguía aguantar el tirón en los primeros minutos. Sin embargo, al comienzo del segundo cuarto, Xavi Pascual activaba su apisonadora defensiva. 21-9 era el parcial de ese segundo cuarto. Un golpe que pocos equipos hubieran sido capaces de recuperar. Entre estos no estaba el Madrid.
Podríamos destacar por sus cifras a Ricky Rubio o al MVP de esta final, Fran Vázquez, como encargados principales de rematar a un Madrid moribundo en cancha, pero es mejor volver a la frase de Romay. De poco servían los tímido destellos en forma de entrada y triple de Sergio Llull, o la lucha en la zona de Felipe Reyes. Cada minuto pesaba más y más en los de Messina.
La única excusa posible para el Madrid es recordar que el Barcelona traía un día más de descanso. Sin embargo, tras lo ocurrido, cualquier tímido quejido sobre la justicia de esta Copa del Rey se esfuma ante lo visto.
Nos quedan unas consecuencias muy claras: con 21 Copas el Barça está tan solo a una de Real Madrid en el palmarés, la ACB está a merced de Xavi Pascual, y sobre todo, es hora de que la Euroliga vuelva a España, de que el Regal Barcelona no solo juegue como el mejor equipo de Europa, sino que se confirme.