Tres socias: Claudia, Anna y Lavinia. Una necesidad: encontrar ropa cómoda para su bebé. Un lema: Let’s kids be kids
La marca Piu et Nau se registró en 2008 cuando estas tres amigas y madres de niños pequeños decidieron que querían crear su propia empresa a partir de una necesidad de encontrar ropa cómoda, fácil de poner y sin artificio para vestir a sus bebés. Una diseñadora gráfica, una publicista y una antropóloga son las artífices de esta nueva marca de ropa para bebé, cuyo nombre es una derivación de Paula y Arnau.
El pelele extensible fue el primer producto con el que nació la marca. La tienda, abierta en mayo de este año, ha sido una evolución natural, donde confluyen también el espacio de showroom y el almacén. “No la buscamos, pero el showroom que teníamos se nos había quedado pequeño y encontramos este local en el que podíamos juntar una tienda con el showroom y el almacén. Es un mejor espacio en el que podemos atender perfectamente al cliente tienda y al cliente final. Estamos al lado de un parque, en una zona tranquila, y además no molestamos a otros sitios de venta. Además, aprovechamos el feedback“, nos comenta Claudia, una de las socias.
Patronaje especial
Una de las bases de la ropa que venden es el trabajo de patronaje que hay detrás. “La premisa es que quede bien, que luego sean piezas reversibles, muy pensadas y muy confortables. Se cuidan el detalles. Las toallas, por ejemplo, son gigantes.La pieza de rizo te llega a 1,20m, siendo una toalla cómoda que arropa al bebé por completo. Si en el camino, se queda una pieza de 60cm, no nos importa. No haremos dos toallas de 90cm si pensamos que es mejor que sea de 1,20cm. Priorizamos otro tipo de cosas: queremos que el niño vaya cómodo y mono y la madre no se complique. Porque no sólo pensamos en el bebé, sino muchas veces en las mamis, que van a poder cambiar con mayor facilidad a su bebé, por poner un ejemplo“.
Además de clientes de profesiones liberales, ya sean diseñadoras, arquitectas, fisioterapeutas, las abuelas también se están volviendo fans de Piu et Nau tras comprobar in situ que las piezas que venden son sencillas y realmente cómodas.
Otro de sus puntos importantes es la paleta de colores. “Hacemos muchas pruebas de color, son colores muy peleados, buscando ese color concreto que en ocasiones puede tener diversas interpretaciones“, apunta Claudia.
Todo está producido en Barcelona, desde el tejido hasta la confección y la plancha. Desde Piu et Nau quieren conocer con nombre y apellidos quiénes les ayudan a sacar un producto óptimo. “No engañamos. Es producto muy básico, somos muy honestos y ofrecemos una atención personalizada”.
De esta manera, poco a poco se han ido metiendo en diferentes puntos de venta, llegando este año a los 60.