Revista Libros
Josep Pla.Lo que hemos comido.Prólogo de Manuel Vázquez Montalbán.Traducción de Pedro Gómez Carrizo.Austral. Barcelona, 2013.
Desde que todo el mundo se ocupa del futuro no se puede comer una tortilla decente, escribía Josep Pla en una declaración melancólica que resume el punto de vista que refleja en Lo que hemos comido, uno de sus libros más imperecederos, reeditado ahora por Austral en formato de bolsillo.
A lo largo de más de cincuenta capítulos, Pla escribe, no un libro de recetas –una de sus primeras advertencias es que no sabe cocinar-, sino un libro sobre la memoria de la vieja cocina familiar. Porque esta obra es una celebración del gusto que mira más al pasado que al futuro y entre la cocina del aceite y la de la mantequilla reivindica el vino tinto, pasa por las sardinas y las tortillas, por el pescadito frito y el tomate, por el cordero y las anguilas para convocar una fiesta de los sentidos, para hacer una exaltación de la becada y un elogio del pollo con alcachofas. Un libro de cocina que muestra al fondo el paisaje, la vida y la cultura .
Vázquez Montalbán definía a Pla en el prólogo de este libro como “el profeta de la dieta mediterránea” que expresa en estos artículos su “respeto por las raíces del gusto y se pronuncia a favor de los sabores lo más próximos posibles a la desnudez natural de las materias primas. Es un sibarita que apuesta por la cultura del placer de comer bien.”
Pero lo que era Pla sobre todas esas cosas es un magnífico escritor de estilo jugoso y prosa bien condimentada, un “punto de vista ambulante con boina” –en palabras de Vázquez Montalbán-, un payés que cuando tenía que definir su estado en los impresos, en lugar de poner "soltero" escribía “ligeramente alcohólico.”
Santos Domínguez