No cabe espectáculo más sencillo y a la vez más grandioso que el que se observa. En la vida hay momentos tan ínfimos pero a la vez con una gran carga placentera.
Bastan un poco de la luz del sol, naturaleza y ser testigo de primera mano de las sonrisas en familia en un lugar donde puede aunarse todo ello y así palpar algo tan intangible como es la felicidad.
Sin duda, la felicidad es la suma de pequeñísimas porciones de ella. Esta que relato es una de ellas, uno de los placeres de la vida.
Hay algo más identificativo e ilustrativo que una familia de patos "caminen" juntos?, la imagen es reveladora
Para Sofía nada pasaba inadvertido, de todo tomó "buena nota" y despertó su atención