Plagas, lacras e ineptosPor: Arturo NeimanisQue el gobierno se interese por el pueblo no necesariamente es una virtud. Las garrapatas también se interesan por los perros. Venezuela es hoy un país pobre y desdichado en todos los ámbitos de la actividad humana. Sin hospitales ni escuelas, sin electricidad ni agua potable, sin leyes ni derechos humanos y sociales, sin trabajo ni producción alimentaría, sin seguridad individual ni colectiva.A conciencia, que antes que asumieran el poder la realidad era otra, distinta y promisoria. La Venezuela lastimosa y profundamente arruinada de hoy es sólo producto de su absoluta incapacidad, de sus imbecilidades. Gobernantes que en estos años infernales no sólo no han construido ninguna obra útil, sino que, por el contrario, ha destruido todo cuanto encontraron en la no bendita hora de su ascensión al poder. Sólo comparables a una plaga bíblica.Cuando agarraron el coroto funcionaban con eficiencia el servicio de energía eléctrica, el del agua potable, el escolar, el de salud pública, la seguridad individual y colectiva. Los venezolanos podíamos ir por todo el país, a cualquier hora, sin ser agredidos, asaltados, secuestrados o asesinados. Había independencia de poderes, y los dineros públicos se invertían, con el control del Congreso y de la Contraloría General de la República. Hoy los manejan a su antojo. Se destinan a la adquisición de armas rusas y baratijas chinas, a la solución de problemas cubanos, al enriquecimiento de un grupo de militares, políticos y familiares de los amos del gobierno que, de la boca para afuera, se dicen socialistas pero que viven como capitalistas. Verdaderas lacras de la sociedad.La ineptitud del siglo XXI se supera a si misma cada vez más, a nuestros no muy amados dirigentes, les vino el cargo encima sin esperarlo, sin creérselo y sin estar preparados para el batacazo. Y así han devenido. En algunos casos y en otros también, el cargo, la situación, el trabajo, el fracaso... superaron con creces a estas personas. Ahora pretenden doblegar a la sociedad imponiendo el miedo y mintiendo. Engañan al pueblo sembrando la duda y la ignorancia. El principal enemigo de un gobierno es un pueblo culto.Estos ineptos pretenden pasar a la historia como los mejores gobernantes de un país que sólo existe en sus fantasías. Ninguno menciona su nefasta gestión ni su inoperancia en todos los ámbitos: Aquellos que verdaderamente interesan a los ciudadanos. Con la mente embelesada en pajaritos en estado de gravidez, olvidan el valor de la integridad, de la honradez, el precio de los tomates o el de un simple café.Yo dudo de todo lo que les oigo decir. Me parece mucho más interesante percibir la cantidad de riqueza que aportan todos los habitantes de mi país que está formado por gente muy distinta capaces de ayudarse y crecer juntos. Aprendiendo de los errores y procurando el bien común. No soy un analista político. Sin embargo, aprendo de la historia, un país dividido es débil. Cuanto más fragmentado, más enfermo.El mayor honor para un gobernante debería ser pasar a la historia como estadista, pero tal honor seguramente se reservara el derecho de admisión para la cofradía de los últimos tres quinquenios, de ello espero ser testigo.Arturo Neimanis