Pues más contenta que un pinchu con mi
pez llavero de Don Fisher que me tocó en el sorteo me despedí de mi amiga de batallitas Núria de
Kinuma para encontrarme a mi amorcito el Sr. Lataat.
Tenia un par de restaurantes de la
Bcn Foodie Guide seleccionados para ir a comer pero al llegar los dos sitios estaban llenos. Vale, lo pillo, si salen en la Foodie hay que reservar. Al menos de camino a uno y al otro pasamos por tiendas muy bonitas. Os voy a ser sincera,
el barrio de Gracia de Barcelona no es mi barrio favorito, es más voy muy poco porque nunca sé dónde estoy, no me oriento nada y no encuentro nada, pero reconozco que cuando voy lo disfruto. Conseguí pasar por la tienda
Cabinet, que la tenia en pendientes desde hacia 1000 y me encantó (nuestra whislist para casa se ha multiplicado). Bueno al final repetimos y comimos en la
Butikfarra, que también sale en la Foodie Guide, pero en esta ocasión tuvimos suerte y quedaba una mesa. Yo ya había ido a comer el menú de mediodía pero para el sr. Lataat era una novedad y creo que lo disfrutó.
Al salir de allí hicimos nuestra ruta preferida; bajar Rambla
Catalunya como si no hubiera mañana, fijándonos en cosas que nadie se fija y olvidándonos de los escaparates. Llegamos al portal de l’Àngel y tuvimos el disgusto de ver que
Esports Mañas ya no existe.
:( Con esa pena nos adentramos por el
Born, y caminando caminando en la
Plaza de las Glorias nos plantamos para visitar la
Expo de objetos de diseño cotidianos (os contaré un cotilleo, el comisario de esta expo fue nuestro DJ en nuestra boda, ¡el que vale, vale!
:P ). Bueno ya cansadisimos decidimos ir al Carrot Café cerca de allí, que justo esta semana había leído buenas criticas. Pues chicos ir a merendar a un sitio con ese nombre y que no tengan ni un solo pastel es bastante decepcionante, sin contar con que el cafe no valía nada. En fin, ya no volvimos
al museo del Disseny, está bien que la entrada te sirva para otra ocasión, así que la expo permanente la veremos otro día. Y nos fuimos a casa, fueron 14 km los que caminamos y tenemos el
Fitbit para demostrarlo. Cenamos y a dormir. Nos despertamos con un día de 0 frío y con muchos rayos de sol, así que salimos de casa y subimos hasta el
Turó de la Rovira, el “monte” que cruza el túnel. Bosque, caminos de tierra, desniveles de vértigo y mires donde mires ves ciudad: el Hospital del Vall d’Hebron, la Sagrada Familia, el hotel W, el pont del Petroli de Badalona, el
aeropuerto de El Prat… Una verdadera pasada, subimos hasta la
bateria antiaérea y aunque está en obras podías ver lo que llegó a ser en su momento. Una excursión muy recomendable. Al bajar nos fuimos al bar de tapas el Delicias y una pena estaba a reventar, es lo que pasa cuando estos sitios tan de barrio salen en un par de guías o en un par de blogs, que de golpe es imposible ir. Así que rumbo abajo nos fuimos a tapear por nuestro
barrio de Horta, el sitio no lo diré que no quiero que se llene demasiado.
;) Llegamos, hicimos un
pastel de calabaza riquísimo del libro
Cooking for Geeks y mientras esperábamos que se enfriara vimos la película francesa de moda:
Dios mío ¿pero qué te hemos hecho?, y que queréis que os diga, pues sí, nos morimos de la risa con chistes fáciles y llenos de estereotipos, pero que en el fondo son bien ciertos.
El domingo “solo” caminamos 6 km. pero al acostarnos muertos de cansancio le di las gracias al Sr. Lataat por hacerme tan feliz.
¡Feliz lunes y feliz semana a todos! Petonets,