Tratar estratégicamente el rumbo de una ciudad, imaginar mejores escenarios y pensar a largo plazo, no es solo una reclamo lógico que ha distinguido a las ciudades avanzadas de Europa, sino un derecho de cada uno de los ciudadanos que las habitan. Para las instituciones públicas un plan estratégico, con la dimensión adecuada más que un gasto es una inversión que se recupera con facilidad mediante el turismo, el activismo de la ciudad y el protagonismo del sector privado.
Revista Cultura y Ocio
Una de las ventajas de un plan estratégico en el ámbito cultural es la generación de procesos de participación ciudadana, liderados por personalidades indiscutibles y líderes de opinión, que a su vez trabajan con las dinámicas de consultoras profesionales especializadas. Esas entidades, casi todas de gestión privada y con cimientos en el tercer sector, poseen las herramientas para encausar debates previos a la definición de las líneas estratégicas necesarias para la reactivación cultural de la ciudad; y para crear una oficina técnica encargada del diagnóstico; el plan metodológico y la documentación que convertirá los problemas actuales en soluciones posteriores.
Tratar estratégicamente el rumbo de una ciudad, imaginar mejores escenarios y pensar a largo plazo, no es solo una reclamo lógico que ha distinguido a las ciudades avanzadas de Europa, sino un derecho de cada uno de los ciudadanos que las habitan. Para las instituciones públicas un plan estratégico, con la dimensión adecuada más que un gasto es una inversión que se recupera con facilidad mediante el turismo, el activismo de la ciudad y el protagonismo del sector privado.
Tratar estratégicamente el rumbo de una ciudad, imaginar mejores escenarios y pensar a largo plazo, no es solo una reclamo lógico que ha distinguido a las ciudades avanzadas de Europa, sino un derecho de cada uno de los ciudadanos que las habitan. Para las instituciones públicas un plan estratégico, con la dimensión adecuada más que un gasto es una inversión que se recupera con facilidad mediante el turismo, el activismo de la ciudad y el protagonismo del sector privado.