Revista Solidaridad
Viajamos en una gran y única nave en el agitado mar del universo. Un mar incierto, lleno de radiación, agujeros negros, rayos gamma... Y nuestra nave, extraordinaria, nos protege con sus escudos atmosféricos, creando una sensación ilusoria de permanencia y estabilidad.Un pequeño milagro en un universo lleno, sobre todo…, lleno de vacío.Pero no solo somos un punto de luz minúsculo en el universo.Nuestro pequeño milagro tiene sentido para nosotros. Nos sostiene, nos protege y nos da vida... una vida preciosa y única (de momento).Pero, a veces, también sufrimos accidentes dentro de nuestra nave nodriza. ¡La nave está viva, se mueve, altera sus vientos, sus corrientes, burbujean sus profundidades, tiemblan, truenan y retumban!Sus organismos se expanden, cambian, mutan y se adaptan...Los seres humanos nos adaptamos y seguimos sobreviviendo entre la ilusión de permanencia y el ensueño de la estabilidad.Pero la realidad es más grande que nuestras máquinas y, a veces parece, que nos supera.Y nosotros luchamos. E imaginamos.En 100 años pasamos de probar que podíamos volar sin alas, solo con artificios salidos de mentes fantasiosas, a salir de nuestro planeta y pisar la Luna. Somos vulnerables pero podemos ir contracorriente de nuestros miedos y debilidades y construir nuevos yoes y nuevas miradas. Y nuevas civilizaciones.Decía Silo: «No somos bólidos que caen, somos brillantes saetas que vuelan hacia los cielos».Ojalá sepamos construir con bondad la nueva civilización que necesitamos.