Revista En Femenino

Planificación Responsable.Los días que ya no puedo más.

Por Patricia Patricia Manzano Gómez @lavidaentrebibe
12 enero, 2015 0 comentarios Artículo Reflexiones entre biberones & Actualidad, Sin categoría

¿Está sobre valorada la Maternidad?… Hay días que se hacen muy cuesta arriba, que recuerdo cuando vivía en pareja con mucha añoranza. Tenía un trabajo remunerado, mis momentos de intimidad para el aseo personal, tiempo para ocuparlo o desocuparlo a mi gusto, y ahora he dejado mucho de eso o prácticamente todo a un lado.

Llevo un tiempo reflexionando al respecto porque en ocasiones alcanzar el equilibrio entre lo que soy yo “como mujer” y “como madre” me está costando muchos quebraderos de cabeza. Reconozco que en ocasiones el tema me malhumora y me convierte en una quisquillosa a la que todo le molesta; pero hacer entender tus necesidades a tu pareja cuando ni tú misma las tienes claras, es una tarea muy complicada. ¿Me entendéis? No, ¿verdad?

Me costó muchos esfuerzos y muchas lagrimas conseguir los embarazos de mis hijas, y aquí estoy como TONTA valorando los pros y los contras de tenerlas en mi vida. Solo por eso ya me  siento mal, pero cierto es que necesito componerme una “migita”, encontrarme de nuevo entre tanto biberón y pañal, y sacar a flote lo que realmente soy yo.

Antes del blog, antes de la maternidad, y mucho antes de empezar con los tratamientos…, yo fui mujer. Y la verdad es que no me sentía del todo mal, tenía mis metas, mis sueños y mis proyectos, y como todo el mundo también tenía mis días buenos y malos, pero puedo decir que era feliz.

¿Hoy soy Feliz?

¡Sí, soy feliz! Mi familia es lo mejor que me ha pasado, de eso no tengo ninguna duda, sin embargo soy consciente en mi foro interno que algo tiene que cambiar porque mis metas y mis proyectos siguen aparcados, pendientes, en un segundo plano…

¿Somos las madres las que posponemos nuestras metas?…

Históricamente o socialmente, las mujeres en edad fértil abandonaban sus ocupaciones para atender plenamente a la familia, dejaban de trabajar a jornal en el campo o en las fábricas, siempre y cuando sus necesidades económicas se lo permitiesen, porque también conocemos de cerca casos en los que las mujeres daban a luz en el campo durante una jornada de recolección, ¡qué es bastante peor! ¡Pero es otro tema!

Sin irnos a casos extremos ni retroceder 70 años atrás, se supone que los tiempos han cambiado, sin embargo a pesar de la evolución las mujeres seguimos posponiendo proyectos a la espera de que nuestros hijos crezcan, entren al colegio y no requieran de tantas atenciones.

¿Se trata de mi mentalidad? ¿Dónde está la clave del equilibrio? ¿Existe?…

Diariamente tengo la sensación de estar en una elección constante, si realizó una tarea en casa no me da tiempo a salir de compras, si salgo al parque no me da tiempo a tomar café con mis amigas, si juego con mis hijas no me da tiempo a elaborar la cena, y así un largo etcétera.

¿Y cómo se hace?

Antes de que nadie se lleve las manos a la cabeza, cuento con la colaboración de mi marido para los menesteres familiares, la casa, la crianza, etc . Pero digo bien, colaboración, porque aunque no se trata de machismo, el otro pilar de la familia tiene un trabajo a turnos lo que le hace desaparecer de casa en los momentos más oportunos, que cada vez son más, porque a medida que van creciendo las pequeñas  reclaman más tiempo para compartir con nosotros. A pesar de que mi marido tiene justificación para sus desapariciones, el resto del tiempo tengo que reconocer aunque no me “mole” mucho escribirlo porque será utilizado en mi contra, que no soy justa con él y le ocupo el resto del tiempo como si fuera propio. Reclamo tiempo para mi “yo mujer” y planifico el del “yo hombre” a mis anchas, ¡la verdad!

Se trata de depresión post parto o estoy pasando una crisis…

La verdad es que 8 meses después de dar a luz sería de guasa ¿no? Sin embargo creo que a todas nos preparan para reconocer ese periodo que muchas mujeres padecen durante el post parto, y a nadie le resulta anormal cuando escuchan que “fulanita” le sucede, sin embargo nadie nos habla de lo que ocurre después del boom, del súper boom de la maternidad, cuándo las abuelas vuelven a sus vidas, ya no hay visitas admirando las hazañas de nuestros hijos, y la repercusión social de nuestro alumbramientos a desaparecido del papel couché de nuestro barrio. En ese momento en el que tu familia se desarrolla en lo cotidiano, y empieza el verdadero periodo de adaptación.

¿Os ha pasado? ¿Se puede superar ese momento sin efectos secundarios?…

Creo que es imposible, o yo no lo he logrado. Ya con el nacimiento de Inés se tuvieron que ajustar las prioridades, y ahora con la incorporación de Marta a la familia ha sido bastante más acusado, llevándome incluso a ésta reflexión.

Mis conclusiones…, ¡buff! Es difícil obtenerlas, supongo que no las hallaré de golpe en un momento de reflexión interior, aunque algunas cosas tengo claras.

Soy madre pero también soy mujer (persona), ello lleva implícitas una serie de necesidades que tengo y ansío cubrir, para ello tendremos que realizar una serie de ajustes en los tiempos en mi familia, y aquí el planteamiento final…

Si bien regresar al colegio y copiar un horario puede resultar ridículo, optaremos por la planificación responsable, ¡está decidido y consensuado con la otra parte!

¿Qué llamaremos Planificación Responsable?

Siendo conscientes de que los días cuentan con 24 horas, y disponemos de 7 días a la semana, ni uno más ni uno menos, tendremos que clasificar muestras necesidades en aquellas que sean Urgentes, Necesarias y Secundarias.

  • Urgentes: aquellas que no puedan esperar ni un minuto más porque nos causan malestar. Ejemplo,empezar ese libro que adquirimos hace ya tres meses,  depilarnos (Cuando eres madres descubres que puedes ducharte en menos de 3 minutos)
  • Vitales: aquellas actividades que necesitas desarrollar para vivir, Ej) realizar la comida o adquirirla preparada, pero ¡comer hay que comer!
  • Secundarias: todas aquellas que siendo realistas pueden esperar, Ej) planchar, tenemos mucha ropa hasta que se convierta en una necesidad vital, ¡seguro que puede esperar!

Ahora viene lo complicado, explicarle al otro pilar como establecer el orden de las necesidades y las reglas del juego. Obviamente las necesidades vitales nos gusten más o menos tendremos que aceptarlas, aunque siempre tendremos la posibilidad de elección, cómo llevarlas a cabo… (ejemplo anteriormente descrito, realizamos la comida o la adquirimos elaborada ya). El reparto más justo será realizar una distribución equitativa, y aquí viene lo peor, ¿cómo realizamos el reparto cuando no disponemos del mismo tiempo? Pues confiaré en la buena fe de la otra parte y su responsabilidad…

¿Qué ocurre con el resto de las necesidades?…

Identificadas y enmarcadas todas ellas, las secundarias podemos aplazarlas porque realmente no nos van a aportar nada o muy poco en nuestro día a día, y hasta que dispongamos de más tiempo o se conviertan en vitales podrán quedar en un segundo plano.

Y lo mejor de lo mejor…

Después de identificar lo Urgente para mí, aquello que me va a proporcionar mi momento de bienestar, establecemos las verdaderas reglar del juego, en nuestro caso como realmente el tiempo es oro hemos considerado que en días alternos  podremos realizar una de las tareas que hemos descrito como urgentes para nosotros, de tal forma que los Lunes, Miércoles y Viernes son para mí, y los Martes, Jueves y Sábados son para el otro pilar.

Por mi parte tendré que aprender a convivir con las necesidades secundarias sin cubrir, como si de compañeras de residencia se trataran, porque me cuesta mucho dejar las cosas pendientes. ¡Qué puede ser la raíz de mi problema!

Espero solucionarlo con esto. No olvidemos que la felicidad y la frustración se transmiten. Y nada más lejos de mis deseos.

¡Ponemos en marcha la fórmula!

Si queréis contarnos como os organizáis vosotros, como se desarrolla vuestro día a día… ¡escribidnos!

Patricia Manzano

Autor Patricia Manzano

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Tags: bienestar, equilibrio, familia, hijos, momentos, planificación, reflexión

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