Aucuba o laurel manchado (Aucuba japonica): el efecto más común son los problemas gastrointestinales. A grandes dosis, resulta en problemas neurológicos (temblores, espasmos, desorientación), dificultad para respirar y alteración del ritmo cardíaco. Puede llegar a provocar hemorragias internas y daños en hígado y riñones, a veces mortales.Acebo (Ilex aquifolium): la intoxicación por hojas o frutos de acebo es una de las más frecuentes en animales en el área mediterránea. Provoca irritación estomacal e intestinal, con vómitos, diarrea y babeo. En altas dosis puede reducir el ritmo cardíaco y llevar al coma o incluso la muerte. 3.-Adelfa (Nerium oleander L.): por contacto, puede causar reacciones en la piel; ingerido, da lugar a problemas digestivos y vómitos, y en las situaciones más graves trastornos respiratorios y cardíacos, que podrían ser fatales.
Caladio o paleta de pintor (Caladium bicolor): también es tóxica toda la planta, y muy irritante debido a los cristales de oxalato de calcio. A parte de irritar la piel y los ojos al contacto, internamente causa además edemas, inflamaciones y congestión.
Cica o falsa palmera (Cycas revoluta): la cica es especialmente peligrosa, ya que es mortal en un 50-75% de casos; puede provocar daños gastrointestinales, hemorragias internas, problemas neurológicos y fallo hepático. Es tóxica toda la planta, y sobre todo las semillas.
Colocasia o manto de Eva (Alocasia cucullata): al igual que el caladio, la colocasia debe su toxicidad a los oxalatos, por lo que es muy irritante tanto por contacto como al ingerirla.Crisantemo y piretro (Chrysanthemum Leucanthemum y Chrysanthemum cinerariiaefolium, respectivamente): su venta está prohibida en España desde 2004 (BOE), por lo que no debería encontrarse ya con mucha frecuencia. Son tóxicos sobre todo para los gatos, y menos para los perros. Pueden provocar dermatitis, gastritis y problemas de coordinación.
Difenbaquia (Dieffenbachia exótica): es otra de las plantas que contiene oxalatos, por lo que puede provocar irritación de garganta, estómago e intestinos, inflamaciones, y de forma tópica dermatitis y conjuntivitis. A causa de la inflamación puede dar lugar también a problemas respiratorios y de corazón.
Filodendro (Philodendron): su toxicidad se debe también al oxalato de calcio, por lo que tiene los mismos efectos que la difenbaquia, el caladio o la colocasia, entre otras.
Hiedra (Hedera helix): en el caso de la hiedra, la parte más tóxica son los frutos, y en menor medida las hojas. Puede ocasionar problemas digestivos y afectar también al sistema nervioso, con espasmos y temblores. En grandes cantidades, podría llegar a ser fatal.
Jacinto (Hyacynthus): es tóxico el bulbo, que al ser ingerido afecta sobre todo al sistema digestivo. El resultado más común son vómitos y diarrea, y algunas veces convulsiones y taquicardias.
Lantana o bandera española (Lantana camara): las hojas y los frutos verdes son altamente peligrosos para las mascotas. El mero contacto es muy irritante y puede causar dermatitis, e inflamaciones severas, con dificultades para tragar y respirar. Además, contienen una toxina, el lactadeno, que incluso en dosis bajas puede paralizar el sistema biliar y conducir a un fallo hepático.
Lirio (Lilium): no es mortal por lo general, pero sí provoca problemas gastrointestinales y en los casos más graves hemorragias internas.
Marihuana (Cannabis sativa): dado que las mascotas son más pequeñas que las personas, la marihuana les afecta más. Pueden experimentar molestias digestivas, alteraciones cardíacas, desorientación, temblores y depresión o cambios bruscos de humor. Se han dado algunos casos de muerte por cannabis, aunque no es frecuente.
Monstera, costilla de Adán o filodendro (Monstera Adansoni): al igual que varias otras plantas de esta lista, contiene oxalato de calcio, que se encuentra en hojas, tallos y flores. Los frutos no son venenosos, pero el resto de la planta sí, y mucho. Produce irritación severa, con repercusiones en la piel, boca y órganos digestivos, e inflamaciones que pueden llegar a causar serias dificultades para respirar y hasta parada cardíaca.
Narciso (Narcissus): la intoxicación por narciso, como en el caso del jacinto, se produce sobre todo si la mascota ingiere el bulbo de la planta. Los efectos también son similares: trastornos gastrointestinales, temblores y, en los casos más graves, convulsiones y alteraciones del ritmo cardíaco
Poinsetia o flor de pascua (Euphoribia pulcherrimia): la flor de pascua contiene una savia muy venenosa para algunas especies animales. Los más vulnerables son los cachorros, porque son más inconscientes con lo que comen y su organismo es más delicado. En dosis bajas, provoca vómitos, diarreas y babeo. En dosis altas, las mascotas pueden experimentar temblores y delirios, y en los casos más extremos, coma y muerte por fallo multiorgánico, pero es infrecuente. Por contacto, también puede provocar irritación e inflamación en piel y ojos.
Poto (Epipremnum aureum): es de tipo similar a la hiedra, y provoca reacciones parecidas, que pueden ir desde molestias digestivas a problemas neurológicos graves e incluso la muerte.
Rododendro o azalea (Rhododendron): en las azaleas la toxina se encuentra en las hojas y el néctar de las flores. Causa problemas gástricos y respiratorios, y puede llegar a ser mortal.
Sabina (Juniperus sabina): es muy peligrosa para hembras embarazadas, porque tiene propiedades abortivas, y en general puede causar lesiones en los riñones y aparato digestivo. Es también irritante para piel y ojos.
Fuente: Veterinos.com