En las aulas se constata cada día que pese a los recursos didácticos que se utilizan, "las agrupaciones y la escritura numérica son un enigma para los niños y las niñas" (Lerner y Sadovsky, 1994). Éstos parecen tener muchas dificultades para comprender que las operaciones numéricas que realizan están basadas en nuestro sistema de numeración, en el cual hay que diferenciar los valores propios de las cifras y el de la posición que ocupan en el número.
La mayoría de las veces el alumnado no comprende lo que está haciendo, porque los algoritmos y la simbología matemática se han introducido desde una perspectiva adulta. Nuestra propuesta es realizar experiencias significativas donde puedan utilizar aquellas cosas que saben y dejar el timepo necesario para que el alumnado reconstruya el sistema numérico y las operaciones que de él se derivan.
La sociedad, el mundo está lleno de números; los niños y las niñas los ven y se interesan por ellos. Hemos de saber aprovechar los recursos que están presentes donde vivimos.
En todos los niveles y en todos los aspectos, la matemática debe tener una serie de características que ayuden a comprender las cosas, cuestión básica en la sociedad en la que nos ha tocado vivir.
Los problemas matemáicos no son nada más que juegos que, convenientemente escogidos y dosificados, pueden ser muy útiles en el desarrollo del pensamiento matemático.
Juegos colectivos para visualizar cantidades:
* Juegos con los dedos: una persona muestra cantidades con los dedos de una mano y después con las dos manos y los niños la tienen que decir rápidamente.
* Juegos con los dados: hay muchos. Los que más usamos en las clases y que sirven como ejemplo de los que se pueden hacer, son los de completar. Pueden ser muy variados y consisten básicamente en ir completando un tablero con diferentes tipos de objetos. También es conveniente animar al alumnado para que modifique las normas a partir de un mismo juego. Algunos ejemplos:
- Tablero de completar con peces (o con coches): para este juego necesitamos un tablero o una cartulina en la que haremos una cuadrícula con 20 espacios, un dado con cantidades estandarizadas y fichas de colores u otros materiales relacionados con el juego (nosotros hemos hecho una pecera sobre una cartulina plastificada y a parte dibujos individuales de peces, un garaje y las imágenes de los coches...). Este material será para cada jugador. Para poder jugar cada persona participante tira el dado y pone tantas fichas (o peces o coches) como puntos le han salido. El ganador es quien llena primero todos los espacios del tablero.
- Juegos de recorridos, en los cuales los participantes tienen que pasar una serie de pruebas o de laberintos "El juego de la oca", "El parchís"... El juego de la oca se puede confeccionar colectivamente en la clase.
- Diversos juegos con cartas. Utilizando la baraja española se puede jugar al "Siete y medio", al "Cinco", a "La carta más alta" o a la "La doble carta más alta", "Hacer diez"...un juego muy divertido es el "Uno", juego comercial que combina diversas ordenes de suma, de cambio de sentido, seguir colores. Gusta mucho a los niños y a las niñas cuando ya lo dominan bastante y pueden jugar de forma rápida.
- "Memory" de cantidades. Se juega igual que con el "Memory" tradicional de figuras, pero con números. Se trata de hacer parejas del mismo signo numérico, o de signos con cantidades.
- Otros juegos de mesa: "El dominó" convencional con puntos o con números.
Juegos colectivos para imaginar cantidades:
- El juego del puño: dos jugadores se esconden la mano tras la espalda y señalan una cantidad con los dedos sin que el otro lo vea. Han de adivinar la cantidad resultante de la suma de las cantidades que cada jugador ha puesto. Después saca cada uno su mano y lo comprueban.
- Bolsa o caja con fichas: ponemos fichas de colores o piedrecitas en una caja y han de adivinar cuántas hay.
- Juego de estimar cantidades: se escribe un número en un papel sin que los otros participantes lo vean. Por turnos cada compañero y compañera dice un numero y la persona que lo ha notado va dando pistas, diciendo si es más alto o más bajo. Quien lo adivina escribe otro número y se continua el juego. Se puede poner un máximo previamente antes de empezar el juego, por ejemplo números hasta el 20, 50, 100... (o un mínimo).
Texto extraído de "El mundo a través de los números". Ed. Milenio. (Libro que ofrece de una manera sencilla y amena una aproximación teórica y práctica a las matemática intuitiva infantil y a la matemática formal escolar, estableciendo un nexo entre ellas)