El mes de marzo ya está aquí y con él llega la época de matriculaciones para el próximo curso. Este tema suele traer de cabeza a muchos padres y madres que o bien empiezan por primera vez esta etapa, o que como yo están barajando la posibilidad de cambiar de centro. ¿En qué debemos basarnos para una buena elección?
Hace ocho años que me planteé este tema por primera vez, y como buena madre novata opté por la cercanía. Mi primera opción era el colegio donde yo estudié, primeramente porque ya conocía a la mayoría del profesorado y además me gustaba mucho, me inspiraban confianza. Pero sobre todo porque es un colegio-instituto, aunque tienen las dos zonas bien diferenciadas los niños comienzan ahí a sus tres añitos y salen al terminar el bachillerato, opción que muy pocos centros ofrece. A pesar de la alta puntuación que obtenemos por zona y por familiares que han estudiado en ese centro, al ser un colegio público-militar las plazas son muy limitadas y cada año nos quedábamos fuera, hasta que desistí.
Así que se podría resaltar que es importante escoger un colegio que nos ofrezca la formación de nuestros hijos durante la etapa más larga posible, ahorrándose posteriores cambios o salida hacia un instituto cuando aún son muy niños para ello.
Si bien con la mayor nunca he tenido mayor inconveniente con el colegio, con el peque he encontrado muchos. Durante al menos dos cursos ha tenido profesores que más bien han pasado de todo, llegando a estar un trimestre entero sin hacer prácticamente nada, hasta que le dieron la baja definitiva al profesor y posterior llegada de la nueva tutora.
Es importante tener una buena valoración del profesorado del centro y las formas que tienen para educar y dar las clases, conocer un poco en base a la experiencia y testimonios de personas de confianza que puedan estar ya en el centro.
También me he encontrado con profesores que sólo les interesa las calificaciones de los niños, sin tener en cuenta a la persona, sus logros, sus motivaciones. Esto puede resultar un problema más grande de lo que parece, ya que lo que trabajas en casa con tu pequeño muchas veces llega a verse mermado por la poca motivación que obtiene en el centro.
También entra en nuestra obligación el conocer en manos de quién dejaremos a nuestros hijos, los valores de esa persona y qué considera más importante.
En este mes intentaré conseguir plaza en un colegio privado que tengo justo frente a casa, del que he tenido muy buenas referencias. No pido el cambio por ser privado, lo pido primeramente porque creo que mis hijos, sobre todo el pequeño lo necesitan mucho, y en segundo lugar porque los niños estudiarán ahí hasta cuarto de la eso. El próximo curso será el último año de mi mayor en el colegio y no me gustaría mandarla a un instituto a sus doce años, pues aún la veo muy niña y la distancia es bastante mayor coincidiendo el horario con el de su hermano.
Espero tener suerte y conseguir plazas para el cambio, y que las anteriores anotaciones ayuden e iluminen un poco a esas madres y padres que se enfrentan por primera vez a la elección de colegio.